Por Luz Bregman
Nueva York. A 51 años de haber iniciado el movimiento por la preservación de la tierra, hoy día la situación de agresión en contra del planeta continúa prácticamente igual. Los esfuerzos por lograr un verdadero respeto hacia nuestra casa en común han tenido poca acogida, y por el contrario, estas acciones han dejado saldo negativo por los innumerables crímenes en contra de los ambientalistas.
En principio, la deforestación, fue considerada como la principal amenaza del Medio Ambiente.
Se trata de una práctica llevada a cabo en su mayoría por los grandes grupos de poder económico, quienes en su afán por más riquezas, han segregado a poblaciones completas y tomado sus espacios para la tala y urbanización.
Con esto, se ha provocado que las poblaciones indígenas así como animales y aves se enfrenten a las amenazas de la extinción, quedando muchos desplazados pero otros no se han adaptado a su nuevo hábitat y han sucumbido ante la causa del hombre de poder.
Toneladas de árboles son taladas en el mundo cada año, miles de hectáreas de bosques arrasados para dar paso a nuevas producciones. Todo esto se traduce por un lado en el achicamiento de las fuentes de agua dulce, el aceleramiento del calentamiento global, por lo tanto el derretido de los hielos árticos y los constantes incendios forestales.
Los informes sobre deforestación indican que cada año el mundo pierde unas 13,7 millones de hectáreas de bosques, cuyos espacios pasaron a ser grandes proyectos industriales.
El quehacer humano es la peor amenaza del planeta. En muchos de sus aspectos, se basa en la industrialización del plástico, un material que produce grandes Anatas al tiempo de relegar la salud ambiental a un segundo plano. Como es sabido, el plástico se deriva de productos químicos que en un 99 por ciento provienen de combustibles fósiles.
Basura en abundancia
Su producción en masa y su facilidad para elevarse en el aire, incrustarse en la tierra o simplemente llegar a las aguas marinas y de los ríos lo constituyen como uno los más peligrosos contaminantes de la tierra. La mayor evidencia es que el 79 por ciento de la producción histórica mundial de plástico que se utiliza en el planeta se encuentra en el mar o los ríos.
Durante todos estos años, solo se ha podido reciclar un 9 por ciento, en tanto que un doce por ciento ha sido incinerado. Con los años este celuloide se convierte en micro plástico el cual es ingerido por los animales marinos y finalmente por los seres humanos.
Se necesitan décadas, incluso siglos para lograr que un objeto de plástico se degrade debido a las condiciones de luz y oxígeno en lo profundo del agua y en la tierra. El uso indiscriminado de este recurso industrial provoca anualmente la muerte de más de 100.000 mamíferos y animales marinos y un millón de aves, los cuales sucumben ahogados por estos desechos mientras realizan la función de alimentarse.
A los grandes fabricantes y comercializadores de plástico poco les importa el futuro del medio ambiente, el cual está expuesto a una agresión permanente que ha provocado que el mundo se esté ahogando entre la lucha de poder y los desechos de los seres humanos .
Y como si fuera poco y producto de la Pandemia del Covid-19 y la constante irresponsabilidad del hombre cientos de miles de partes de mascarillas estan llegando a las aguas de todo el mundo para aumentar más el problema de la contaminación y el desastre del medio ambiente
Varios de los países industrializados, entre ellos, del Medio Oriente, no se adhieren a la firma y ejecutorias del Pacto por el Cambio climático. otros como Estados Unidos se retiró en 2017 durante el gobierno de Donald Trump pero la nación se reintegró tan pronto como este pasado mes de enero en el inicio de la gestión del gobierno de Biden.
Las potencias económicas tensan sus luchas de poder por el dominio unilateral del mundo y a esta hora no toman acción respecto a la unidad por el bien del planeta.
Hoy, en el Día Mundial de la Tierra, se hace necesario que los gobiernos del mundo se unan de manera responsable y centren sus intereses en ayudar a salvar el ambiente reduciendo la emisión de gases producto de la producción en masa de todos los componentes que afectan la salud de la Madre Tierra pero lo más importante es que cada ser humano tome conciencia y se convierta en un ente protector de su casa que también en la nuestra y se llama Tierra.