Por Arcadio Lugo Puello
Macabón, es el sobrenombre con que se conocía y se conoce aún al general Moisés Alejandro Anderson quién había nacido en Samaná en el 1830. Era descendiente de inmigrantes de las islas Turks and Island (tórtolas) que se alojaron en Montecristi, Puerto Plata, San pedro de Macorís y la península de Samaná en tiempo de la ocupación haitiana, los mismos eran llamados Cocolos debido a que los criollos de la parte Este de la isla de Santo Domingo no sabian pronunciar el nombre de la isla de donde provenian.
El general no hablaba bien el español debido a su origen pero sí hay que reconocer que era un conocedor de las aguas y mientras más profundas mejor para él; de ahí, que en la guerra contra los españoles jugó un papel muy importante ya que servía para abastecer a los soldados que combatían a los españoles ya que en esa región él manipulaba muy bien las embarcaciones rudimentarias de la época y podía con facilidad burlarse del enemigo.
Concluida la guerra mostró interés por la política y ejerció funciones como gobernador en los tiempos del dictador Lilis. Era considerado como un hombre extravagante, truculento, primitivo y un folclórico general que llegó a convertirse rápidamente en protagonista de múltiples anécdotas que se mantienen en el tiempo.
Fue un servil de la dictadura de Ulisex Heureax y dicho sea de paso muy querido por su querido compadre quién le tenía mucha confianza sobre todo apreciaba el valor de este hombre y el poco amor que manifestaba por la vida de los demás, es decir, que era tan cruel como él . Se conoce la disposición de este cacique prohibió “escupir redondo”, esto así porque a él le gustaba recoger cosas del suelo y una noche de luna vio algo que brillaba y lo recogió pensando que era una moneda y al verse con los dedos sucios de saliva ajena dictó esta disposición.
Otra anécdota que se cuenta de este pintoresco personaje es que en una ocasión el presidente de Lilly se enteró que se gestaba un movimiento en su contra por lo que le comunicó a su compadre, el general Macabón a la sazón gobernador de Samaná que le enviara 200 voluntarios para sofocar a los revoltosos.
Macabón de manera obediente le envió los 200 voluntarios y de paso le envió un mensaje a su compay diciéndole que, “cuando reciba los voluntarios me devolviera las sogas porque en esa comarca estaba muy escasas”. Este relato pinta claramente quién era el general Macabón, un indolente de marca mayor.
Otro relato que se hace de Macabón es que era bastante cochino y además de eso irreverente porque se comentaba que cuando iba al baño utilizaba hojas del libro de la Constitución como papel higiénico.
Después de la muerte de su compadre Lillís en 1999 el poder de Macabón descendió estrepitosamente al punto que 3 años después, el 26 de julio de 1902 falleció ese siniestro personaje que dejó huellas imborrables en las páginas de la historia de República Dominicana.