Por Arcadio Lugo Puello
RAMON LEOCADIO BAEZ, mejor conocido comoLic. Arcadio Lugo Puello/articulista
Ramón Leocadio Báez, patriota que enfrentó a los EE.UU. |
De su vida personal es poco lo que se sabe. RAMON LEOCADIO BAEZ, mejor conocido como Cayo Báez, nació en 1892 en un pequeño pueblo del Cibao llamado Guanábano, actualmente Cayetano Germosén en la provincia Espaillat, Moca, Republica Dominicana.
Siendo apenas un jovencito siguió a sus padres que se
trasladaron a la sección Ojo de Agua, Salcedo, hoy Provincia
Hermanas Mirabal. Cayo Báez, fue apresado por las tropas norteamericanas con fines de interrogarlo para denunciar el paradero de sus compañeros sublevados contra la intervención
extranjera.
No Obstante, la severidad de la tortura, el ensañamiento y la humillación a que fue sometido, Cayo se negó a delatar a sus compatriotas, prefirió soportar todo y continuar prisionero hasta la muerte si así ocurriera.
La crueldad y la saña de los atroces invasores llego a tales extremos que calentaban en un fogón los sables, machetes o colines y cuando estaban enrojecidos los enfriaban en la carne de Cayo Báez, acariciándole por el pecho, espalda y vientre y al mismo tiempo disfrutaban al ver como de la carne destilar la grasa hirviendo de la llaga que le producían los hierros calientes.
Según Fabio Fiallo, los verdugos de Cayo, al ver la resistencia de este dominicano le gritaron, pidiéndole que, denunciara siquiera a unos de sus enemigos y el intrépido compatriota le respondió “ oh, no!, jamás, Este dolor horrible no lo sufrirá por mi delación ningún compatriota mío aun yo lo odie, ahora todos los dominicanos son mis hermanos”.
Para honrar su memoria el Ayuntamiento del municipio de Salcedo levantó en el kilómetro 2 de la carretera Salcedo Tenares, una plazoleta en honor al campesino Ramón Leocadio Báez, Cayo Báez, víctima de las torturas infringidas por las tropas norteamericanas cuyas botas mancillaron el suelo Patrio en la intervención de 1916.
Según el periódico mi Salcedo.com, la materialización de esta obra fue gracias al apoyo del síndico de la época Valentín Fernández, también al comunicador Juan Cruz Trifolio, quien tuvo el honor de develizar el busto ya que por muchos anos este clamaba por un homenaje para este hijo de la patria.
Llegó la hora del ocaso y Ramon Leocadio Báez, Cayo Báez, falleció el año 1983 en Bonao por cuyas calles deambulaba hasta su muerte a los 91 años ante la mirada indiferente de quienes ignoraban o desconocían su gran valor patriótico.