POR RAMÓN MARTÍNEZ
NEW YORK.– A propósito de que el pasado 17 de marzo se conmemoro un aniversario más del vil asesinato del periodistas Orlando Martinez, las aves carroñeras que participaron de esta atrocidad pensaban que con eliminar el valiente “chico” de escritura clara, entendible y frontal, iban a sacar del sistema para siempre un anhelo, un sueño, un deseo.–
Los que creyeron esto se equivocaron.– Matar un cuerpo es sumamente fácil, pero muy difícil es asesinar o erradicar un pensamiento.– Las ideas o pensamientos son como el viento, pueden sembrar y germinar en el niño, el adolescente y el adulto sin importar donde vivan.–
Es verdad, ya pocos lo recuerden y, en este tiempo apenas un reducido grupo lo está imitando, pero todavía hay comunicadores que no olvidan a este ejemplo de coherencia y frontalidad al momento de luchar por un mejor mundo.–
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Orlando Martínez Howley, –el periodista– nació en el tiempo donde el pensamiento era para que que prevalezca la justicia, la igualdad para todos, no sólo para hacer dinero y ser figura influyente aunque sea sin decoro.–
Por el desarrollo integrado y por servir de “voz a los que tenían voz”, Martínez Howley, fomentó un raro individualismo que enfrentó sin miedo a todos los que en su época sacaron y todavía obtienen muchos beneficios del capitalismo.–
Su Microscopio era arcaico, pero a través de su viejo cristal, descubria las injusticias que contra el pueblo y sectores decentes, esos hechos o sensaciones los comunicadores del sistema no lo veían.–
La pasión por decir, escribir su verdad eran más grandes que el temor que les podría generar las amenazas o temores que le podían transmitir los promotores de la muerte.– Era valiente.–
Orlando Martínez Howley, estuvo consciente de que su forma de ser le podría acarrear lo qué pasó ese fatídico 17 de marzo, sin embargo por su espíritu, en él persistía la idea de que es más decoroso luchar, inclusive morir por un sueño, que claudicar.–
A 49 años de tu innecesario asesinato, vengo a pedirte Orlando que ilumine a la nueva camada de comunicadores para que en ellos haya más imitadores de tu ética… Por favor.–
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