POR RAMÓN MARTÍNEZ
NEW YORK.– Los que cultivan, promueven el morbo lingüístico por los diversos medios siguen creciendo en forma espantosa y, lo peor los que pueden contrarrestar este peligroso fenómeno somos cada vez menos.–
El abusivo uso de los términos invasivo, inclusivo, entre otras denominaciones, ha permitido una rara libertad de expresión, la cual está asestando un golpe negativo al uso del lenguaje moral, formador y correcto.–
Ahora, una gran cantidad de “influencers” prefieren grabar las “jergas, palabras, y refranes vulgares” para darle un impactante uso en el momento adecuado, en el de hoy.- Ellos y ellas están “Alante, Alante” logrando su cometido.–
Doloroso es reconocer que en las redes sociales, las modelos, ciertos artistas y los mal llamados “influencers” tienen más seguidores y views que aquellos que aportan a la mejoría humana, al medio ambiente y al uso correcto del lenguaje y la buena convivencia.-
La “libertad comunicacional de hoy día” sumado a la baja educación y capacidad de discernimiento nos han llevado a aplaudir lo que no se debe y a gustarnos los temas o proyectos que nada aportan, a la vulgaridad, la violencia y hasta las confrontaciones entre los humanos.–
Muchas personas, pero muchas en este momento le encanta ver el ”movimiento de cadera de la chamaquita que bailando es como hace el amor con ropa” o escuchar la prostituta del lenguaje que dice lo que quiere que le hagan, lo que hace o lo nuevo que quiere hacer, que un tema de otra índole.–
Penoso es que gran parte de los y las jóvenes prefieran seguir a una de esas personas que hablen de los novios, maridos, novias que se han quitado, entre otros temas insulsos, que conocer la historia, sacrificio, valor o aporte hecho por uno de los ciudadanos de su pueblo que ya se marcharon.–
Doloroso es ver que muchos estudiantes no usan su intelecto para pasar con buenas notas el proyecto que están llevando a cabo, y en cambio prefieren comentar, ver, o grabar un pleito que puede terminar en muerte.– Esto peligrosamente se está inculcando en los niños y niñas que van hacia la pubertad.–
El río comunicacional de hoy día trae en su torrente una basura lingüística que crece en divulgación y en número de personas que lo siguen, ya que hasta el que menos se cree tiene un móvil.–
Se estima que unos seis mil millones de personas en todo el mundo tiene un celular en este momento, de esta cantidad entre un 80 a un 90 por ciento tiene un teléfono inteligente, medio que le permite estar observando todo lo que se difunde por las diversas redes sociales.– Los propietarios de teléfonos usan al día unas 4 horas para “estar” actualizado,–
El morbo en los podcasts y en los vídeos gusta mucho y como vamos, los comunicadores que anhelen sobrevivir van a tener que girar sus pasos hacia esa vía, ¡qué pena.!