Mi ventana óptica
Por Alejandro Almánzar
No logramos entender lo difícil que al país se le torna construir una democracia real, donde impere la institucionalidad y el respeto a las normas establecidas, en que la inclusión social supere lo desigual.
Son más de 60 años que salimos de la dictadura, pero sólo necesitamos la proximidad de un proceso electoral, aunque sea de un gremio profesional, para comprobar lo lejos que estamos de un real Estado de Derechos.
El 18 de febrero, el ciudadano acudirá a elegir autoridades municipales, donde como el fantasma que ronda las noches, vive una incertidumbre sobre un posible proceso viciado y poco transparente que perturbe la paz social.
Se denuncia la fragilidad y vulnerabilidad de los equipos que usará la JCE en la contienda. El expresidente Fernández, dijo que por el aeropuerto el Higüero, llegó un equipo de hackers, contratados por el gobierno para manipular los resultados electorales y eso es sumamente peligroso.
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| LIC. A. ALMANZAR |
En 2019, Leonel, denunció planes de Danilo, de usar esos mismos equipos para hacer variar los resultados internos en el PLD e imponer con un fraude su voluntad, contraviniendo lo que había decidido la militancia morada en las urnas, lo que se evidenció cuando estos colapsaron y las elecciones de 2020 fueron suspendidas.
En la actualidad, en pruebas realizadas han comprobado la falta de seguridad de dichos dispositivos para la transmisión de datos, ya que, según lo denunciado pueden ser fácilmente penetrados por delincuentes de la informática.
pero el órgano electoral sigue adelante sin resolver esos problemas sólo dando seguridad de que todo saldrá bien. Dicen, que ni siquiera los recursos asignados a los partidos por ley han sido entregados y ya el proceso casi finaliza.
Ojalá, no apuesten a estrangular económicamente a los opositores, mientras el gobierno usa los recursos del Estado sin ninguna fiscalización para así Abinader controlar el poder a cualquier precio, posiblemente sienta miedo enfrentar los códigos que tanto a lo interno de su partido, como de la oposición ha violado en política.
Por eso la Ley 01-24, la que ahora nadie quiere asumir su paternidad o maternidad, pues según el presidente, él no tuvo nada qué ver con esta, lo mismo casi dijo Antoliano Peralta, consultor jurídico, atribuyendo ese desafuero a Luis Soto, director del DNI, de ser quién la redactó.
Lo insólito de la tomadura de pelo al dominicano, porque desconocíamos, este último funcionario tuviera facultad para sustituir al consultor jurídico en sus atribuciones, quien es la persona autorizada a redactar y revisar las leyes que somete el ejecutivo.
Desde su inicio, fue notable el irrespeto por las leyes y la Constitución, lo que parece será la mejor obra que dejará Abinader a su paso por el poder, haciendo peligrar la democracia con su afán de adueñarse del control absoluto del Estado, incluyendo derechos y libertades de la gente.
Los partidos y la sociedad deben mantenerse alerta ante los burdos planes del gobierno, si es necesario abstenerse de participar de una encerrona electoral que preparan personas que no creen, ni saben lo que ha costado esa democracia.
El presidente desperdició la oportunidad que la dirigencia política puso en sus manos por la pandemia y no pudo dedicarse ni siquiera a cohesionar a su propio partido, donde ha provocado serias divisiones, por eso tiene el certamen perdido y apostando al desorden.
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