Mi Ventana Óptica
Por Alejandro Almánzar
El mundo ve desde la grada el movimiento de quienes manejan una agenda global muy personal. Nada relacionado con la globalización, si no, planes para llevarnos a pensar acorde con sus intereses corporativos. A veces hacen pensar que tienen como fin detener el aumento poblacional, como si tantas mentes pensando y opinando no resultara de su agrado, sobre todo hoy, en la Era digital.
Incluso, una Iglesia radical, ve esos ensayos provocados por estos sectores y aunque uno pensaría que lesiona sus intereses, el Clero guarda un silencio sepulcral y sólo algunas pocas voces se levantan en el horizonte. Lic. Alejandro Almánzar
Llevamos décadas viendo lo que parecerían inusuales acciones, pero a la velocidad que van tomando terreno nos dice que la idea es revertirlo todo. En el pasado, hubo resistencia del catolicismo a la Planificación Familiar, pero de repente eso fue “aceptado” como si todos apostaran a la conveniencia.
También se oponían a que a las aulas se lleve la educación sexual, para que los jóvenes salgan de allí con mayor conciencia de lo que esto significa. Pero el cristianismo, ha visto introducir la política de género, que promueve cambios radicales en la relación sexual entre personas del mismo género.
Un proyecto tan ambicioso, que ni el poder eclesial puede o no quiere enfrentar. Aunque dicha corriente que viene arrollando, sintoniza con propósitos eclesiales que en sus Seminarios con fines económicos promueven la relación conyugal entre iguales, y quizás por eso lucen indiferentes, aunque contradice su prédica.
Oponernos a los cambios resulta erróneo, porque el mundo es cambiante y lo que ayer era bueno, hoy puede resultar pecaminoso, pero este movimiento ya está tocando la simiente de la familia, de los pueblos y hasta sus soberanías.
La administración Biden, en nombre de esa agenda, prácticamente abrió la frontera de Los Estados Unidos, para que entre todo el que lo decida y los resultados están ahí, el país en un completo caos en materia de seguridad.
América Latina, parece ser el enfoque de quienes buscan imponer sus ideas y los gobiernos están arrodillados a cambio de recibir préstamos y "donaciones", porque ciertamente necesitan recursos y no tienen en cuenta el precio a pagar.
Esto envuelve temas complejos como el haitiano, por eso las autoridades envían un proyecto de ley al Congreso que se llevaría de encuentro la soberanía, pues quienes tienen ese plan diseñado no inventan, saben perfectamente lo que buscan y es problema de las autoridades nuestras si se convierten en el rebaño al que ellos pastorean a conveniencias.
Empezaron rompiendo con los viejos valores, ahora la política de genero establece que da igual hacer una relación hombre-hombre y mujer-mujer, lo que antes era una aberración; y así nos montaron en la ola del consumo de drogas.
Alcohol, cigarrillos, discotecas y prostitución, es la clave para impedir que la gente piense, sobre todo, nuevas y futuras generaciones. No quieren gente pensante, es lo que podemos leer en su idea del nuevo orden a implantar.
La hookah y el cigarrillo electrónico, son de uso reciente en esta parte del mundo y ya tienen ribetes de pandemia entre jóvenes. Un ejército de ONG trabajando para dicho proyecto, mientras no les preocupa el desplazamiento humano y el hambre de tanta gente. Su único interés es conducirnos hacia sus propósitos sin decirnos hacia donde nos llevan.
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