lun, 26 dic, 01:01 (hace 1 día) |
Mi Ventana Óptica
Por Alejandro Almánzar
Si algo me ayudó a superar las adversidades en que nací y crecí fue encontrar la causa de toda degradación y frustración humana, cuando aprendí a vencer eso que nos limita hasta el espíritu, el miedo.
Del que, al liberarnos, encontramos sentido a la existencia, sin dejarnos manipular de quienes atentan contra el libre albedrío con que nacemos, para convertirnos en esclavos de sus diatribas, hoy no sabemos si Dios mismo es amado o temido o ambas cosas a la vez.
Pero desde entonces, tengo miedo al Miedo, hacerles a otros, lo que no quiero me hagan. Que lo ajeno tiene dueño y no me pertenece, de eso he temido y temeré, encontrar mi felicidad perjudicando a otro.
Calumniar, porque no quiero ser calumniado. Amo, igual como quiero ser amado, porque sólo recibiré en la proporción que doy. No vengo de un hogar que eso me enseñara, me lo dicta el Dios que llevo dentro, porque fui niño sin hogar.
No tuve eso que dicta cátedra sobre el bien y el mal, pero nadie puede alegar ignorancia sobre estos valores que vienen dados por el espíritu, mandatos divinos que todos por nacimientos conocemos y sólo obviamos por conveniencias.
Nadie viviendo con miedo a la pobreza puede considerarse libre y cercano a la espiritualidad, porque todo queda conculcado por ese monstruo. Nada ha sometido tanto a los pueblos como esto, es vivir prisionero desde la cuna hasta la tumba cuantas veces renacemos.
Y peor, cuando dicha dominación viene impuesta a nombre de ese temido Dios. Por eso, en pleno siglo XXI estamos amenazados a repetir la Edad Media, que “Dios” nos libre, a nombre de un nuevo orden mundial que busca oscurecerlo todo, porque sólo así los imperios aumentan la dominación sobre el hombre.
Estos nunca auspiciarán el despertar de los pueblos, para que entiendan, nuestra condición no es volar, porque eso desafía leyes naturales y el final será caer al vacío, como aquello de “Jehovah, no dará por inocente aquel que quebrante sus leyes”.
Pero si alguien intentara volar, sin ser esa su condición, nuestra misión es advertirlo y que sea él, juez de su propia decisión, pues pudiera tratarse de un Alma que ya necesita abandonar el plano terrenal e igual es su derecho.
Estamos en la Era Digital, arropados por la tecnología y comunicación, pero todavía algunos pretenden obligarnos a poseer un (palabrómetro o pensamómentro) para hablar y pensar acorde con sus criterios.
Sin proponérnoslo, tenemos un mundo hecho a la medida de la voracidad de quienes buscan impedir que seamos realmente libres. No digas eso, no pienses esto, eso no agrada a Dios, como si el Creador quisiera violar su propia determinación de hacernos con libre albedrío.
Todavía estamos en manos de quienes nacieron y crecieron en hogares convertidos en escuelas tiránicas, donde se violaba todo, sin que nadie pudiera evitarlo. Viviendo un silencio amargo y pesaroso, que limita el desarrollo espiritual e intelectual.
La época, cuando la gente temía hasta de montarse en un automóvil, que al escuchar el ruido de un avión quería meterse bajo tierra. Fuimos obligados a rezar, sin entender el contenido del rezado a un Dios que, en lugar de amor y compasión resultaba temible. Al padre terrenal mismo no sabemos si temerle en lugar de amarlo, pues también encarna la tiranía del miedo.
Twitter, @alexalma09
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