Por: El Senador Estatal Robert Jackson NEW YORK.- La violencia de género se intensifica en todo el mundo. El mundo es testigo de los acont...
Por: El Senador Estatal Robert Jackson
NEW YORK.- La violencia de género se intensifica en todo el mundo. El mundo es testigo de los acontecimientos que se están produciendo en Irán, que han impulsado a las mujeres de todo el mundo a unirse a las iraníes en la protesta por la muerte de Mahsa Amini, de 22 años. Mahsa murió en el hospital el 16 de septiembre, tres días después de ser sacada de las calles de Teherán por la policía de la moral y llevada a un "centro de reeducación" para recibir lecciones de modestia.
Senador estatal R. Jackson |
Aquí, en Estados Unidos, no hemos estado exentos de esta crisis, ya que asistimos a lo que se ha convertido en una preocupante tendencia de ataques violentos contra las mujeres que resulta inquietante y profundamente perturbadora. Y nuestro distrito no se ha liberado de esta ola de violencia, recientemente se produjo un ataque contra una mujer que hacía ejercicio a lo largo de la autopista Westside.
Este problema sistémico se basa en los determinantes sociales y económicos de la violencia basada en la desigualdad de género, que suscribe normas y estereotipos de género, actitudes hostiles y culturas sociales e institucionales que aceptan la desigualdad de género y los estereotipos de género como algo "normal" o "natural".
Tradicionalmente, la prevención de la violencia de género se ha llevado a cabo en espacios que promueven una reacción y que están ocupados principalmente por mujeres, tanto como educadoras como por ser la audiencia de los mensajes sobre cómo mantenerse a salvo de la amenaza de la violencia. Sin embargo, tenemos que darnos cuenta de que, en contra de la creencia tradicional, la creación de espacios que pasen a programas de prevención reales dirigidos a los hombres podría ser un comienzo más saludable.
Debemos subirnos al tren y apoyar el cambio de actitudes culturales e institucionales en torno al género y la sexualidad como forma de actuar en nuestra comunidad para hacer frente a la cultura de la masculinidad tóxica que conduce a la violencia.
Como oficina, seguiremos trabajando estrechamente con nuestros líderes comunitarios, colegas electos y las autoridades para hacer frente a esta ola de violencia en nuestro distrito. Debemos encontrar formas de trabajar en la prevención y la respuesta a la violencia de género. Con un esfuerzo concentrado para desarrollar programas, proporcionar formación y educación para la prevención, llevar a cabo investigaciones y evaluaciones, y realizar actividades de divulgación en la comunidad, que puedan funcionar plenamente en nuestra comunidad.
Este distrito se enorgullece de reunirse en unidad para afrontar situaciones difíciles. El momento nos llama a todos a dar un paso adelante y, juntos, proteger nuestras comunidades y prevenir la violencia de género.