Por Ramón Mercedes
NUEVA YORK.- El salvavidas Zack Gallo, de 33 años, fue mordido por un tiburón hace dos días en la playa Smith Point, en Long Island, salvando la vida milagrosamente, cuando se bañaba junto a decenas de personas, algunas de ellas dominicanas.
Long Island, área donde residen miles de dominicanos, es una extensa isla con una densa población en el sureste del estado de NY y se extiende al este desde la Gran Manzana. Cuenta con varias playas, entre ellas Jones Beach State, Sunken Meadow Beach, Watch Hill, Gin, Long Beach y Coopers.
El hecho sucedió en horas de la mañana, cuando Gallo hacía ejercicio de natación, recibiendo dos mordidas del escualo, que luego se alejó mar adentro. “Sangrando significativamente”, la víctima pudo salir del agua sin ayuda.
Debido al desafortunado ataque, las autoridades tuvieron que cerrar la playa. Sin embargo, destacaron que los ataques de tiburones en Long Island son raros, pero que su frecuencia ha aumentado últimamente.
Antes de este ataque, el último tiburón visto en Long Island fue hace un mes de la especie “blanco”, de más de 10 pies de largo y 500 libras, en la playa de Lido, estando abarrotada de bañistas, entre ellos decenas de quisqueyanos, informaron las autoridades.
Asimismo, la Guardia Costera de Estados Unidos confirmó la presencia de un gran tiburón blanco, de unos 12 pies de largo, a menos de una milla de la playa de Townsend Inlet, en el condado de Cape May, en New Jersey, el pasado fin de semana.
Además, Florida superó a todos los estados de USA y al resto del mundo en cantidad de ataques de tiburón no provocados ocurridos en 2021. Registró 28 mordeduras no provocadas, 17 de ellas en el condado de Volusia.
A nivel internacional, EUA fue el país donde más ataques de tiburón no provocados se produjeron en 2021, con 47 mordeduras registradas, que representan el 64% del total. De esas 47 agresiones, solo una fue mortal.
Este año se espera mayor presencia de tiburones en las costas del norte de Estados Unidos. Existen varios factores para que esto ocurra y entre ellos está el calentamiento de las temperaturas del océano que favorecen la reproducción de estos animales y su movimiento hacia las costas de la zona norte del país, buscando aguas más frías.