Reforma policial o crear una nueva Policía?

Por MARINO CHALAS

BOSTON,MA.- El régimen dictatorial y criminal que encabezó Rafael Trujillo, creó la Policía Nacional formada como un organismo represivo, persecutor y ejecutor de crímenes, asesinatos, torturas y desapariciones de individuos, básicamente contrarios al régimen.

Más que para mantener el orden público y garantizar la tranquilidad y la paz social, fue conformada para hacer las veces también como una "máquina para matar".

Marino Chalas/periodista- abogado, vive en E.U.

Desde entonces, esa maquinaria para matar no ha dejado de funcionar como tal. Basta recordar la Policía de los años del 1961 al 1966, posterior al enjuiciamiento del Tirano Trujillo Molina y después, la uniformada de los años 1966 hasta el año 1978 durante el gobierno del doctor Joaquín Balaguer.

La Constitución fue modificada en el año 1966, donde se anunciaba el advenimiento de la democracia dominicana, sin embargo, la policía siguió siendo la misma máquina de matar creada durante la dictadura.

Crímenes horrendos y salvajes fueron cometidos por la Policía, cientos de asesinatos de jóvenes indefensos, cuya única arma era oponerse al estilo de gobernar del entonces presidente de la República, Doctor Joaquín Balaguer, asesinatos como los de Otto Morales, Amín Abel Hasbún, Gregorio García Castro, Henry Segarra Santos y Orlando Martínez, son algunos de los ejemplos que pudiéramos citar.

Durante los gobiernos del Partido Revolucionario Dominicano (PRD) y del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), la Policía no ha cambiado su método ni su estrategia de actuar. Sigue siendo la misma policía que impunemente atropella y mata personas sin rendir cuentas ante la Justicia.

No se conoce de un referente que nos diga que un "Jefe", como les gusta que les llamen a los miembros de ese cuerpo, haya sido puesto en retiro, llevado a los tribunales o condenado por los crímenes cometidos en nombre de garantizar el orden público, no se conoce que se haya condenado a general alguno, por tener responsabilidad por tan mala práctica mientras dirigía organismos de dirección en esa institución.

Las estadísticas de asesinatos, torturas y violaciones a los derechos humanos cometidos por la Policía Nacional en las últimas dos décadas son alarmantes. Sin embargo, en esta administración de Luis Abinader, parece llamar la atención del presidente de la República, y ha marcado como uno de los objetivos principales de su mandato la transformación de la policía, cuya reforma la sociedad espera con ahínco.

Sin embargo, la policía no ha dejado de matar, solo en las últimas semanas han muerto tres jóvenes después de ser detenidos y llevados los destacamentos, estos crímenes parecen que han desbordado la paciencia de la sociedad.

Esta administración del PRM junto al Ministerio Público están investigando y llevando a la justicia estos casos, marcando una diferencia entre las pasadas administraciones y la actual.

El papel de la Policía debería ser el de garantizar el orden público y sacar los delincuentes de las calles y ponerlos a disposición de la justicia cuantas veces sea necesario.

En los últimos años se ha manejado mucho el término "Reforma Policial", y hasta se han llegado a realizar cambios. Sin embargo, estas famosas reformas no han alterado en nada el accionar metódico de la policía, ni ha logrado cambiar la mentalidad trujillista de sus miembros.

Hasta ahora, los anuncios que se han hecho sobre la mencionada Reforma Policial, se han visto solo como un formalismo mediático, claro está exceptuando al actual presidente Luis Abinader Corona que sí está demostrando con hechos que este gobierno tiene la voluntad y la decisión de reformar ese cuerpo policial.

A pesar de los esfuerzos del gobierno, creo que más bien esos anuncios se resumen en puro formalismo mediático.

La Policía Nacional no aguanta una reforma, ese cuerpo ya está muy afectado y en estado demasiado avanzado en su enfermedad.

La Policía necesita ser desmantelada toda, abolida en su totalidad, y crear una nueva Institución del orden público.

La Policía Nacional de hoy, además, de ser una máquina para matar, se ha hecho corrupta, y tiene avaricia por el dinero, tres elementos conjugados sumamente muy peligrosos.

Todos debemos exigir la abolición de la actual policía y la creación de una Nueva Policía confiable, que proteja los derechos de los individuos y nos brinde seguridad ciudadana y a la vez que impere respeto ante la sociedad.