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Por Dr. Amín Cruz
“Sin prensa crítica no hay democracia, y cuando esta está en riesgo, el periodismo se convierte muchas veces en la última línea de defensa, más, sin embargo, de unos años a la fecha, los medios en algunos países latinoamericanos viven un ambiente de acoso, e intimidación, impulsado desde el mismo Ejecutivo y con el apoyo de otros poderes.”
La industria periodística se ha visto obligada a reinventarse y reconvertirse para poder sobrevivir a las crisis financieras, la digitalización, la gratuidad y un mercado mucho más competitivo en el que las grandes cabeceras ya no ostentan el oligopolio de la información.
El Congreso Hispanoamericano de Prensa, junto a otros gremios, asociaciones, sindicatos, federaciones y confederaciones busca la unidad para trabajar en un plan piloto "Agenda 2025-30", la perspectiva sobre el panorama de la democracia en América Latina y el papel que juega el periodismo actualmente.
La situación ha venido a preocupar debido a que los Gobiernos democráticamente electos (derecha e izquierda) han venido a atentar contra las instituciones en los países donde hay democracias híbridas, donde presidentes autoritarios están metiendo mano al sistema judicial, al sistema legislativo, tanto en países de derecha como en países de izquierda; está pasando en toda América Latina, aunque en uno menor escala con tambores de amenazas y otros con muertes, agresiones, amenazas y censuras.
La situación económica en el mundo es difícil principalmente para la clase media y pobres, (los dueños de medios, luego de la crisis de la pandemia y el avance de la tecnología están casi en su totalidad ligado al gobierno, militares y/o a los poderes del estado, la prensa está comprada al servicio de los gobiernos o de los empresarios, quienes los controlan y le bajan líneas,
Hay que decir que también existe una prensa vanguardista y progresista de periodistas, locutores, académicos, escritores y profesionales serios y éticos, que ha y están resistiendo las vicisitudes en los medios de comunicación locales, las redes sociales y las plataformas los han convertido en imprescindibles gracias a los nuevos tiempos de la tecnología, desde el punto de vista de la población les ha facilitado una vía de comunicación que favorece el proceso democrático
Los sindicatos, colegios, federaciones, asociaciones de periodistas, locutores y demás comunicadores sociales andan sobreviviendo en su gran mayoría al servicio de estos poderes buscando como engancharse en el tren administrativo a través de un empleo o de una publicidad, otros son víctimas de representación y temen decir la verdad o denunciar las arbitrariedades que cometen mientras que otros aún profesionales o empírico violando los conceptos éticos se convierten en bocina uno financiado y otros en busca de acercarse del poder o al financiamientos.
Colegas periodistas nuestra misión con la comunidad se basa en ejes de la verdad, fidelidad y ética, muy distintos a los de los grandes grupos mediáticos y que lejos ya de todo aquello, el apoyo mutuo entiéndase aquello de que vivimos en relaciones de interdependencia general. Este tipo de periodismo amarillo, sensacionalista, mediático se aleja de los periodistas del periodismo serio y comprometido con el pueblo, ya lo dijo el padre de la ética de América Latina, Dr. Javier Darío Restrepo.
Está falla que afronta la labor informativa como una metodología descentralizada y a la vez propositiva entre unos y otros donde esas plusvalías en términos de movimiento pueden nacer desde cualquier lugar, está llevando al abismo a los periodistas serios, éticos, honestos y responsables en América Latina y el mundo.
El autor es historiador, educador, periodista, escritor, CEO presidente fundador del Congreso Hispanoamericano de Prensa,