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Neo Carmona
Sin lugar a dudas, la realidad político electoral de la Universidad Autónoma de Santo Domingo certifica que, en este momento, más allá de dos polos, existe un único proyecto que encabeza mayoritariamente las preferencias del Claustro Mayor Universitario de cara a las elecciones a celebrarse el próximo miércoles 15 de junio del presente 2022: Jorge Asjana y la Gran Alianza.
Contrario a lo que fue la apuesta principal de nuestros adversarios, si es que todavía se les puede llamar así, el próximo rector de la Universidad Primada de América, Doctor Jorge Asjana David, logró aglutinar en torno a su propuesta verdaderamente académica y pensada para el beneficio de la UASD, la familia universitaria y la sociedad, el más amplio abanico de fuerzas institucionales y de la sociedad civil dominicana que están conscientes de que no nos podemos permitir el lujo de entregar el futuro de la academia y del país a las manos equivocadas. Las cuales, por demás, han demostrado claramente en su paso por la administración universitaria que no representan los intereses de nuestra universidad y su naturaleza académica, social, solidaria, inclusiva, democrática, participativa y ajena totalmente al lucro personal de unos cuantos.
En un tiempo récord, Jorge Asjana ha conquistado al liderazgo genuino de todas las facultades, escuelas, recintos, centros y subcentros del interior del país, que han valorado su impecable trayectoria académica y gerencial de más de 40 años ininterrumpidos al servicio de la UASD y una mejor sociedad dominicana.
Esta es la razón por la cual las mediciones más serias que se vienen realizando evidencian contundentemente que ya no podemos hablar de “ascenso” ni de “empate técnico”, sino más bien del indiscutible posicionamiento del Doctor Jorge Asjana David y la Gran Alianza en un sólido primer lugar en la preferencia del profesorado uasdiano, a una diferencia irreversible de la “competencia”. Insisto, si es que todavía se le puede considerar así.
De ahí que recurren a cualquier tipo de artimañas, montajes, campaña sucia pero irresponsable (eso sí porque valor para dar la cara no tienen), chantajes y ofrecimiento de todo tipo de prebendas, incluyendo en el Estado. Pero ya ni siquiera para tratar de ganar unas elecciones que saben perdidas sino más bien para hacer un mejor papel de cara a las elecciones del 2026 cuando, según afirman sus “estrategas políticos”, podrán imponerlos desde el Palacio sin miedo a afectar la reelección.
Porque eso sí hay que reconocerlo, creatividad para fabular si tienen.
