AP Puerto Rico
Manifestantes puertoriqueno |
Muchos de ellos exigieron la salida de Luma, una empresa privada que se hizo cargo de la transmisión y distribución de energía en la isla desde el 1 de junio. Algunos también están enfadados con la Autoridad de Energía Eléctrica de Puerto Rico, que posee y opera unidades de generación que se han estropeado en las últimas semanas, en gran parte debido a la falta de mantenimiento y reparación.
“Estamos hartos de llegar a casa y percatarnos que no tenemos luz”, dijo Mayra Rivera, de 55 años, quien añadió que está especialmente preocupada por sus padres, que tienen más de 90 años, y por el calor que experimentan en casa.
Miles de personas marcharon por una de las principales avenidas de la capital, San Juan, bloqueando el tráfico. Una vez que oscureció, levantaron sus teléfonos, convirtiendo la avenida en un mar de pequeñas luces. La última vez que se cortó el tránsito en esa vía fue durante las grandes protestas de 2019 que llevaron a la dimisión del gobernador.
Los cortes de electricidad se han producido con más frecuencia y han durado más tiempo en los últimos meses, y la gente se queja de que no puede administrarse terapias respiratorias o ha tenido que desechar su insulina o los alimentos. Muchos también se han quejado de que no pueden trabajar o de que sus hijos no pueden tomar sus clases en línea, y de que se han dañado aparatos caros.
Los apagones no sólo se han producido tras la avería de las unidades de generación, sino también por los cortes selectivos anunciados por Luma que duran varias horas después de que los funcionarios advierten que la demanda está superando la oferta.
La red eléctrica de Puerto Rico se ha vuelto más inestable después de que el huracán María azotó la isla en septiembre de 2017 como una poderosa tormenta de categoría 4. Las tareas para reforzar la red aún no han comenzado, y el gobierno anunció el jueves el primer desembolso de fondos federales para la Autoridad de Energía Eléctrica, de los que 7.1 millones de dólares estarán destinados a trabajos de reconstrucción. El dinero forma parte de un total de 9,500 millones de dólares asignados por la Agencia Federal de Manejo de Emergencias para reconstruir la red.