Mi Ventana Óptica
Por Alejandro Almánzar
Como la esperanza mantiene y es lo último en perderse dicen por ahí, cada nuevo año trae nuevos propósitos, retos y metas para ser alcanzados, aunque poca gente admite haberlo logrado y busca ir por más al cambiar el calendario.
Hoy celebramos en grande la despedida de un tormentoso 2020, que peor no podía ser para la humanidad, aunque para una minoría, mejor, tampoco podía ser, como eso de lo que para mí es hiel, para otro es almíbar. LIC. ALEJANDRO ALMANZAR
Así despedimos el 2019, por todo lo alto, porque nos desprendíamos de sus males, sin imaginarnos que pronto lo desearíamos, como para recordarnos que “es mejor un malo conocido, que un bueno por conocer”.
Entramos al 2020 advertidos de un Virus, que amenazaba convertirse en pandemia, pero pocos conocían de su letalidad, y que viviríamos un cambio radical en lo cotidiano dando un giro de 360°, incluyendo hábitos cotidianos.
Ahora recibimos un 2021 con cara de poco amigo, con presagios aterradores sobre la mortífera enfermedad, amenazando con matar más personas que en su inicio, y endurecer los embates contra los humanos.
Quizás nos estén diciendo que el mundo requiere de otra especie, capaz, de valorar mejor la Vida, Dios o Naturaleza, colocando lo espiritual como esencia de vida, en lugar de acumular cosas que a él no traíamos, ni nos llevaremos.
En que el hombre ceda más espacio a las Almas que buscan guiarnos hacia una segura evolución en medio de este armazón de materia perecedera. Los dominicanos recibimos a un nuevo jefe de Estado en este complicado 2020.
Preocupado por el derrotero institucional del país, gobernado por grupos que desde el poder sólo iban a aprovecharse de esa debilidad para acumular fortunas, y donde individuos se colocan por encima de las leyes y normas.
Pero el presidente, junto a quienes como él desean un nuevo y mejor orden, ya vive un infierno, porque enfrenta no sólo la crisis de la Covid 19, en término de salud y economía, si no, a una sociedad corroída por la corrupción.
Tiene otro problema, el Partido que lo llevó al poder, minado de narcotraficantes, que ya comienzan a matarle militares que no sirven a sus propósitos, como el caso del teniente coronel de Mao, Israel Rodríguez Cruz, ejecutado por una patrulla policial, que sin dudas, parecía cumplir un Encargo.
Proponerse barrer tanto lodo no es tarea fácil como la iniciada por Luis Rodolfo Abinader, porque es un error creer que sólo los políticos son corruptos allí, pues la realidad es, que la sociedad en su conjunto participa de esta, por eso no sería extraño verlo terminar vencido por una serpiente con mil cabezas bien alimentada.
No es el primer mandatario que busca adecentar la administración pública, pero todos fracasaron en el intento, sólo basta citar a Juan Bosch, quien a los 7 meses fue derrocado por no comulgar con la corrupción.
Nuestro país no sólo vive momentos tenebrosos y devastadores con la pandemia, también padece una crisis de valores e inconductas que afecta más que ésta, como si el plan fuera destruir la base en la que se sustentaron nuestros prohombres.
Es de rigor que jubilosos expresemos felicitaciones y buenos deseos al recibir un año nuevo, pero esta vez tengo pocas razones para celebrar despidiendo el viejo y tormentoso 2020, cuando en el horizonte sólo se observan negros nubarrones.
Twitter, @alexalma09