Mi Ventana Óptica
Por Alejandro Almánzar
Las ejecuciones extrajudiciales ya forman parte de la ley selvática, acciones propias de naciones nada civilizadas, sin un mínimo de Estado de Derecho garantizado. La policía siempre ha tenido un Equipo de gatilleros, que su misión es eliminar a objetivos de oficiales incontrolables.
Esos, que hace saltar directores de policías, cada vez se les antoja, utilizando sicarios bajo sus mandos para desacreditar cualquier gestión policial que no pacte con sus andanzas criminales. Al extremo, que hace más de veinte años, esperamos una Reforma Policial, que nunca llega, porque estos tienen
Lic. Alejandro Almanzar
tanto poder, que hasta el Congreso Nacional parece a su merced.
Mientras esta duerme el sueño eterno, el 24 de diciembre, cuando la ciudadanía se preparaba para celebrar, una comunidad de Mao, era estremecida por dos sicarios policías, que cumplieron el encargo de asesinar a un joven oficial militar.
No han salido muchas informaciones sobre quienes están detrás del “Trabajo” encomendado a estos delincuentes uniformados contra el coronel piloto FARD, Israel Rodríguez Cruz, y aunque maestros de la experticia forense, como Sergio Sarita, nos enseñan los muertos hablan, a muchos les tapan las bocas para siempre.
La comunidad de Boruco, Guatapanal, está indignada por el vil asesinato de uno de sus grandes hombres, joven valioso, que a sus 37 años logró escalar por méritos propios. Ejecutado, por dos lacras uniformados, que de acuerdo a moradores, pasaron el día tomando alcohol, mientras daban seguimiento y ubicaban al malogrado oficial, hasta llenar su cometido de percatarse no tuviera oportunidad para seguir viviendo.
Ese, era el único propósito, a sabiendas de que en nuestro país la impunidad impera, y nadie descarta que el Ministerio Público, acepte la coartada de sus asesinos. Pero gracias a la tecnología, las evidencias hablan solas, aunque fiscales miedosos digan lo contrario, como hicieron con el abogado de Bonao, esta vez, las imágenes en las redes dejan al desnudo el accionar de sus asesinos.
No se suicidó, pero “se resistió al arresto”, provocando ser ejecutado, porque con una pistola al cinto, “prefirió un fusil que tenía en el auto para enfrentar” a agentes de la ley del gatillo, que al decir de familiares, impidieron fuera auxiliado por su esposa una médico, porque la orden era eliminarlo.
Es el segundo coronel, de la misma institución, muerto de forma extraña en un país, donde el poder militar lo oculta todo, y pudiera tratarse de lucha por cargos entre oficiales, donde opera una especie de Mafia que nadie controla.
El primero se “suicidó”, después de discutir en el Ministerio de Defensa, a donde acudió a retirar el oficio que lo designaba en un cargo oficial, de donde desaparece, y es encontrado con un tiro tres días después, pero todo se quedó en el suicidio en que dejaron al abogado y comunicador, Andrés Estrella.
Quizás, un mensaje al 2do teniente, Salvador Sánchez, ascendido por el presidente Abinader, luego de ser vejado por un senador y oficiales serviles de la policía, por cumplir con su deber de detener a un delincuente protegido.
A este oficial, que se cuide de una emboscada de esta naturaleza, porque estamos frente a otra ejecución policial que ahí no se detiene, porque ya se ha entronizado en una policía llena de la peor lacra del bajo mundo. Y al jefe de policías que se cuide también, porque esos planes pueden estar dirigidos a su gestión.
Twitter, @alexalma09
