Mi Ventana Óptica
Por Alejandro Almánzar
Siempre oímos hablar del saqueo al Erario Público, cómo poderosos se repartían las riquezas del país. Supe de quienes fueron a cargos públicos sin nada, y cogieron hasta reventarse los bolsillos del dinero de los contribuyentes. LIC. ALEJANDRO ALMANZAR
Eso se hizo patente con la llegada del PRD, 1978-1986, conocí de esos, que de repente exhibían fortunas, que ni grandes herederos las tenían, pues los reformistas, que venían desde cuando Trujillo, eran bastante discretos.
Desde hace tiempo, la clase rica, en componenda con políticos, convirtieron el país en una piñata, mientras la gente decente tiene que salir a rodar por playas extranjeras, en busca de sobrevivencia y mejor futuro para los suyos.
En la postrimería de destaparse el caso Odebrecht, en la gestión de Danilo, y ser encartados selectivamente algunos de los que organizaron esa estructura mafiosa, Ángel Rondón y otros, dijeron harían revelaciones estremecedoras.
A pesar de eso, la población continuó como hipnotizada, sin exigir la debida aclaración sobre tan espinoso tema, que ponía en dudas la reputación de funcionarios que fueron designados para administrar bien los recursos del Estado.
Se dijo entonces, que fue lo que obligó a Danilo, a sacar de la cárcel al actual presidente del PLD, a Juan Temístocles Montas, después de este amenazar con dar a conocer pormenores de la trama criminal orquestada desde el poder.
Ya, como si no existiera espacio para el barco morado continuar a flote en esas aguas contaminadas de tiburones hambrientos, Ángel Rondón, comienza a soltar prendas, diciendo lo que muchos creíamos saber sobre Odebrecht.
Hace alrededor de dos años, un amigo me confió, tenía informaciones de primeras manos, de que rondaba un escándalo capaz de llevarse de encuentro al gobierno y al propio sistema de Partidos como ha revelado hoy Rondón.
Le dije, que dudaba mucho eso, porque en nuestra sociedad, el robo al Estado está blindado por tratarse de corruptos poderosos, y que eso no pasaría de ser un escándalo más de lo que nos tienen acostumbrados sin que nada pase.
Me insistió, eran revelaciones espantosas, y que el caso Baninter pasaba a ser juego de muchachos para lo que se había hecho desde Palacio con la constructora brasileña, que involucraba al presidente y colaboradores cercanos.
Se fue más lejos, al jurarme que a Leonel Fernández, no le darían paso para volver al poder, aunque ganara las Primarias del PLD, y que preparaban una situación idéntica a la de Venezuela, para si la oposición ganaba tampoco entregar el poder.
Viendo los acontecimientos que devinieron en el proceso interno peledeista, la trama contra la jueza Miriam Germán, por ser insobornable, y lo declarado ahora por Rondón, supe que realmente ese amigo tenía muy buena fuente.
Ahora cuando comienza a emanar el lodo de la gestión pasada, el país debe concentrarse en exigir el fortalecimiento institucional, para que la Justicia procese sin titubeo a quienes no pueden mostrar el origen de bienes acumulados.
Porque aunque el presidente Abinader nombró un Ministerio Público confiable, la debilidad de las instituciones no garantiza la aplicación de correctivos a la corrupción y falta de transparencia en el manejo de fondos públicos.
Aunque hoy podríamos estar frente a lo que en Sociología conocemos como “crisis de la expectativa creciente”, en que el pueblo da por seguro, que los políticos van al Estado a robarse el dinero que debe invertirse en salud y educación.