Por Arcadio Lugo Puello
En República Dominicana, los padres que por necesidad o conveniencia han tenido o tienen hijos en estudiando en colegios privados se quejan cada inicio del año escolar de la política financiera de estas empresas de carácter educativo.
En más de una ocasión escuchamos al hoy senador por la provincial Monseñor Nouel (Bonao) el merenguero Héctor Acosta, mejor conocido como “El Torito,” quien se quejaba amargamente por la suma de dinero que él consideraba injustificado y que él y otros padres tenían que pagar todos los años por la reinscripción de sus hijos en el mismo colegio donde estaban inscripto y llamó al ministro de educación de ese entonces Andrés Navarro a que parara eso ahí. (programa el Jarabe de Zapete, 12 de febrero 2017).
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Recientemente, escuchamos nuevamente al torito, pero ahora desde su curul en el senado de la República repetir las mismas quejas que desde hace 5 años está pregonando, entre ellas, reinscripción, aumentos de tarifas, cambio de textos y librerías exclusivas.
El Senador invitó con respeto y humildad a sus colegas senadores a que lo acompañen en esta cruzada para “poner atención a ese tema” e introducir un Proyecto de ley que venga a salvaguardar a los padres de familia con niños en colegios, logrando de esa manera el cabal cumplimiento de la ley que regula a estas instituciones.
“Yo me pregunto ¿por qué no ha pasado por este senado ese Proyecto de ley, ¿qué estamos esperando, que nos declaren extraterrestres a todos porque no tenemos hijos que estudien en colegios?. Con estas interrogantes sentenció el senador visiblemente incómodo por esta vieja práctica.
“¿Es posible que un alumno que ya tiene 3, 4 o 5 años en el mismo colegio le exijan que pague la reinscripción del colegio donde se va a quedar? También deploró el cambio de los libros de texto todos los años y además te señalan la librería donde comprarlos, es un negocio Redondo, donde solamente los humildes, los pobres sufren esta embestida”. Con estas palabras El Torito desahogaba su impotencia.
Al final de su exposición dijo que en las calles sólo se escucha el clamor de la gente preguntándose “y ¿los colegios pa’cuándo?”. Realmente es hora de que los legisladores tomen la ley que regula los colegios privados, la revisen y detecten las fallas o lo que en derecho se conoce como “zona de penumbra” y lleven luz a la misma creando una ley que tome en cuenta a los humildes y sin vulnerar los derechos de los propietarios de estos establecimientos.
Debemos reconocer las buenas intenciones del honorable senador de Bonao, pero hay que ver que él es una sola pieza del tablero, por tal razón no debemos dejarlo solo clamando en el desierto, es un imperativo del momento aunar las voces y esfuerzos a los fines de que este tópico sea visto con prioridad y plasmado en punto de agenda en el senado para poner en manos del Ministerio de Educación un verdadero instrumento de regulación de este renglón del sistema educativo dominicano.