Mi Ventana Óptica
Por Alejandro Almánzar
Ser político, es la mejor profesión para progresar, sin necesitar de esfuerzos académicos, si no, unas pocas habilidades, y como requisito único, falta de escrúpulo, alguien con capacidad de engullir cualquier reptil pútrido sin eructar.
Deja mejores resultados que estudiar, coger lucha, para hacerte bachiller, e irte a una universidad a romperte el cerebro, pues cuando sales de ahí graduado, tienes que ponerte al servicio de ese sujeto, para conseguir un empleo miserable. 
Lic. Alejandro Almanzar
Mejor que nacer rico de cuna, de padres tontos, que decidieron ser honrados, porque nada deja tantos dividendos como esta empresa, más que el narcotráfico, y cualquier asociación mafiosa, y nadie es perseguido por robarle hasta la consciencia al pueblo.
Al narcotraficante le encarcelan y lo obligan a devolver lo ganado en su actividad “ilícita”, su dinero es "sucio", pero no así con quienes en la actividad de Platón, la que Duarte definió como la más pura y noble de las ciencias, que cometen desfalcos.
Convertida en sinónimo de impunidad, donde cualquiera rápidamente acumula fortunas, que una familia trabajadora no podría hacerlas en cientos de años. Me habían dicho que el país era (rico, pobremente administrado) pero no sabía hasta qué punto.
Algunos llaman “dinero fácil” el que ganan los narcos, pero ¿Fácil, teniendo a los federales detrás de sus operaciones 24/7? Fácil, es ganárselo en la política, porque funcionarios se roban el dinero del Estado y a estos nadie los persigue.
En una declaración de bienes, declaran parte de lo robado, y el que entra, declara lo que en el cargo piensa robarse, y no hay consecuencia alguna, la gente se conforma con burlarse de su genialidad para dar un salto tan cualitativo en tiempo record.
A quienes se enriquecen con el Erario se les denomina emprendedores, aunque se trate del tráfico de influencia, que no es otra cosa, que pre-valerse de una función pública para obtener sumas millonarias en poco tiempo sin mayor esfuerzo.
Es por eso que Nuria Piera, Alicia Ortega y otros periodistas, hacen reportajes, denunciando de cuantas malas artes se valen políticos para alcanzar grandes patrimonios, en un país donde tantos ciudadanos pasan hambre.
Nada más pueden hacer los periodistas, que denunciar a estos delincuentes, que se aposentan en la política, pues no disponen de un ejército, una policía, ni un Ministerio Público, su misión es denunciar, aunque sabemos todo quede igual.
Muchos han pagado con la vida, por denunciar la corrupción, pero a ese compromiso nunca debemos renunciar, sin importar el precio a pagar. Aunque es culpa de un sistema, que no fiscaliza cómo me hice rico, robándome el dinero que debió emplearse para evitar la muerte de parturientas y niños en hospitales.
Qué esperamos para pedirles cuentas claras a estas personas. Qué debe pasar, para que tengamos regulaciones en la forma de hacer fortunas, tanto en el sector público, como empresarial. ¿Vamos a seguir culpando a los evangelizadores de 1492?
La política ha pasado a ser un negocio tan lucrativo, que empresarios invierten en esta, seguros de que es una inversión garantizada, porque invierten uno y sacan diez, incluso, algunos han abandonado sus empresas para ingresar a dicha actividad.
Los pueblos entendieron debían organizarse políticamente para lograr reivindicaciones sociales y económicas, pero después de desaparecida la lucha ideológica, la política pasó a ser una empresa para el enriquecimiento de grupos en el poder.
Twitter, @alexalma09
