Mi Ventana Óptica
Por Alejandro Almánzar
Si una sociedad permite a sus representantes no sólo mentirles con promesas electorales, si no, que también se burlen del sistema para falsear declaraciones de bienes, donde no se castiga delito alguno, preparémonos para lo peor.
Cuando la Mentira Jurada, justifique los bienes de quienes van al Estado a enriquecerse de la peor manera, esa declaración jurada de funcionarios entrantes y salientes deja mal parada la conducta de los servidores públicos.
Después de la muerte de Trujillo, quienes administran el Estado exhiben fortunas, que en un siglo nadie las acumula trabajando, sin que los mismos reciban ni siquiera el castigo social, como si el Fisco no tuviera dolientes.
Poniendo de manifiesto, que nada mejor como ser político o enrolarse en la política para acumular riquezas, que ni el narcotráfico la genera en tan poco tiempo, en un país, donde niños tienen que irse a pescar por las noches, para ayudar con el sustento familiar, y otros hacer labores de buzos en vertederos.
La falta de mecanismo de control, vulnera la institucionalidad democrática, y peor, cuando las leyes son las que tienen que someterse al capricho del funcionario. Por eso, vimos el arsenal de que disponían prisioneros de la Victoria, armas que entran al recinto igual que las drogas, los celulares, y el alcohol.
Oficiales y prisioneros hacen una mancuerna para hacerse ricos, sin importar el problema de seguridad que generan a la sociedad, como igualmente, políticos se alían al narcotráfico, para limpiar dinero de esa actividad y hacerse millonarios.
La pobreza arropa al país, los bomberos carecen de equipos para combatir incendios, escuelas y hospitales no tienen logística para desarrollar sus actividades, mientras el presidente declara patrimonio por más de 70 millones de dólares.
Pero otros, con menos arraigo social, como el expresidente de los diputados, declaran sumas que difícilmente soporten una auditoria que revele su origen, en un país donde la población subsiste en medio de la mayor precariedad.
Creo en el derecho a la superación de toda persona, pero el país debe demandar mayor transparencia en la obtención de riquezas, para que el Estado no siga siendo instrumento del enriquecimiento ilícito por parte de funcionarios.
La alianza publico privado, es otro movimiento que el ciudadano debe estar atento, la nueva administración parece interesada en privatizarlo todo. Y no estaría mal, malo son los contratos leoninos a favor de ese sector en perjuicio del país.
Con tantos millones declarados, cualquiera pensaría, que aquí no hay pobreza extrema, y considerará sin sentido, que tantos dominicanos, incluyendo profesionales, hayamos tenido que salir huyendo al extranjero para sobrevivir.
Es tiempo de demandar enérgicamente que los recursos públicos sean más transparentados, y aplicar severos castigos a quienes vayan al Estado a acumular bienes bajo ese sistema de impunidad. Los políticos demuestran ser desalmados, mostrando tanta abundancia, donde hay tantas carencias.
Las leyes, ni la Constitución, pueden seguir siendo instrumento de quienes se adueñan del poder. Lo declarado por el expresidente Medina y su procurador, es lo más parecido a una mentira jurada, y una burla a la inteligencia humana.
El primero acumuló sólo 3 millones de pesos en 4 años, y el segundo, mejor perdió 8. El Estado tampoco castiga a quienes se prestan a ser testaferros de estos personajes, y ya, hasta empresarios están dejando las empresas para unirse al festín.
Twitter, @ alexalma09
