Por Arcadio Lugo Puello
NEW YORK.- La separación de los poderes del Estado ha sido objeto análisis desde hace varios siglos por grandes tratadistas o doctrinarios de la talla de Juan Jacobo Rousseau en su extraordinaria obra El Contrato Social y Montesquieu en su monumental obra El espíritu de Las Leyes, obras que son inseparables de abogados, jueces, legisladores y otros aspectos ligados al derecho.
ARCADIO LUGO P./ Articulista invitado |
La separación de los poderes rompe con el absolutismo donde uno manda en todo y a todos, lo cual resulta incompatible con un sistema democrático “al servicio del pueblo para el pueblo y por el pueblo”. Esta separación en tres poderes, separados por tres ramas independientes y en tres áreas de responsabilidades distintas: Ejecutivo, Legislativo y Judicial, es el sistema donde mandará sobre el resto, es también llamado sistema de Peso y Contrapesos, o lo que es igual a Separacion de Poderes, es decir, hay un equilibrio entre ellos. Es el mecanismo de control contra el poder omnímodo,” aquel que comprende y abarca todo, que no tiene límites y quien lo ostenta impone su voluntad de acuerdo con sus intereses sin importar las consecuencias, es propio de reyes, emperadores y dictadores.” |
La Constitución de la República Dominicana del año 2015 del artículo 76 al 121 trata todo lo relativo al Poder Legislativo.
El art. 76 dice que “este se ejerce en nombre del pueblo por el Congreso Nacional formado por el Senado y la Cámara de diputados. Más adelante el art. 93 señala que sus atribuciones son: Legislar, fiscalizar y representar al pueblo.” Y que bueno que les dice clarito lo qué van a hacer allí para que no se confundan y vayan a inventar.
El pueblo dominicano ha manifestado gran regocijo porque en las elecciones del 5 de julio del 2020, una buena parte de los nuevos legisladores son jóvenes (por menos de edad), otros no tan jóvenes.
Una minoría repiten al cargo,” yo prefiero creer que repiten como un premio a su buen servicio a la patria y no como los estudiantes malos que precisamente repiten por malos”. Hay de diferentes partidos y obviamente con ideas disímiles, con diversos niveles de preparación y, en fin, en ellos descansa la esperanza del pueblo para que lleven a esa augusta asamblea ideas claras y renovadas de sus responsabilidades y de lo que tienen que hacer una vez sean juramentados y tomen posición el 16 de agosto del 2020. SEAN BIENVENIDOS a su casa HONORABLES hasta el 16 de agosto del 2024.
El articulo 96 numeral 1 de la Constitución dominicana establece que los legisladores (senadores y diputados) tienen iniciativa de ley, tienen derecho a formular leyes y someterlas. Hago este señalamiento porque las lamentaciones han llegado a los cuatro vientos de que han habido legisladores que han durado docenas de años y nunca sometieron un proyecto de ley, sólo se conformaban con decir “corroboro o secundo lo que propone el compañero,” otros apenas levantaban la mano, muchas veces sin conocer a fondo lo que estaban aprobando, en la actualidad la tecnología les permite votar sin tener que hacer el menor esfuerzo, simplemente ponchando un botoncito y de esa manera representan al pueblo cuando en realidad no se representaban ni a ellos mismos, marchitando así la honorabilidad de un congresista.
Creemos que ya es hora de que los legisladores representen a su comunidad, que pongan el oído y sus sentimientos en el corazón de su pueblo: que quede atrás el usar la augusta asamblea legislativa como un ring de boxeo o un coliseo romano, que no veamos jamás el triste espectáculo de un legislador quitarse la correa para callar la boca de una colega, que quede en la edad de la piedra ver legisladores en pleno debate durmiendo la siesta o echando una pavita (sueñito dominicano) con los pies sobre el escritorio y la boca abierta donde un barco crucero podía bailar una música rock, que quede en la caverna ver en las redes sociales un legislador ufanado y desafiante diciendo que tenía dinero, armas , poder y bebidas, que no se repita jamás el triste espectáculo de ver un legislador que cuando habló en su primer turno en el hemiciclo fue para disculparse ante sus compañeros y el pueblo porque ya se rumoraba de un evento impropio de su investidura.
Que esta nueva camada de legisladores no pasen por el Congreso como una sombra o un nublado sin ton ni son, ni huellas que ameriten recordarlos, que cuando levanten sus manos o alcen su voz sea la voz del pueblo que los eligió ejerciendo su derecho al sufragio universal, que terminen su período orgullosos de contribuir con el adecentamiento del poder legislativo, y que su paso por allí no haya sido para fomentar el clientelismo político para sus aspiraciones futuras sin cumplir con sus deberes presentes y que su mirada no esté puesta en el padrón electoral o lista de los miembros su partido, sino en todo y cada uno de los miembros de su comunidad y que no permitan que el Congreso Nacional se convierta en el epicentro de un cataclismo político de graves consecuencias.
La práctica nos ha enseñado que en nuestro país el Poder Ejecutivo influye en los demás poderes, lo domina y los tiene a su antojo, le dice lo que tiene que hacer en diferentes circunstancias.
Legisladores, recuerdan su independencia, que no sean muchachos de mandado de los otros poderes ni de su partido. Necesitamos hombres y mujeres que no piensen que el Congreso fue una herencia que le dejó su papa y menos aún que es una fuente de enriquecimiento, que rechacen esos privilegios que reciben del dinero del pueblo y los usan sin obligación de dar constancias de su uso, que rechacen el famoso barrilito y el cofrecito que son partidas de dinero que reciben para asuntos personales y comunitarios pero nadie supervisa su manejo, que no piensen en exoneraciones, viáticos, dietas, pago de hoteles y de empleados .
En el hemiciclo necesitamos hombres y mujeres inquebrantables que no se reúnan de urgencia para aprobar partida de dinero para repartírselos a los compañeritos de partido para cocinar las habichuelas con dulce de la Semana Santa (postre típico de los dominicanos en esa festividad).
Legisladores antes de votar por un determinado proyecto de ley relean la Carta Magna para saber si eso está dentro de los cánones constitucionales y acorde con el espíritu de las leyes. Queremos hombres y mujeres que reivindiquen la solemnidad del Congreso Nacional.
Y algo más, soy de opinión que a la mitad período sean evaluado y el legislador que no haya hecho nada por la comunidad que lo eligió sean reemplazados y en su lugar poner al candidato que le siguió en cantidad de votos pero que no alcanzó el número requerido, sé que esto requiere de modificaciones a la Constitución o de algunas leyes adjetivas pero me permito dejar la idea plasmada en blanco y negro por si en el futuro se hace necesario contemplar su viabilidad y conveniencia.
ENTONCES YO:
Quisiera, el 16 de agosto 2020 emprender un sueño y despertar el 16 de agosto del 2024 y en ese tiempo, soñar que los hombres y mujeres que hace 4 años llegaron al Congreso como senadores y diputados vestidos de traje blanco, terminaron su periodo de 4 años y salieron graduados, llevando puesta una toga blanca, símbolo de la pureza con que se manejaron, una esclavina y en su cabeza un birrete adornado con una borla de honor, y que todos estén revestidos de una delicada coraza de moralidad entregada simbólicamente por su pueblo en señal de agradecimiento eterno a su impecable gestión.
Quisiera despertar, y ver que los ex-legisladores son recibidos regocijadamente por su comunidad, parados en sus puertas y en las calles, inclinados reverentes ante ellos, con una sonrisa en los labios en señal de satisfacción y alegría por el deber cumplido, que su regreso sea celebrado como fiestas patronales.
Quisiera despertar, y ver que los ex-legisladores son invitados como personalidades por las escuelas y liceos de su comunidad y nombrarlos maestros honoríficos para ayudar a los maestros titulares a impartir clases de moral y cívica a nuestros niños y jóvenes.
Quisiera despertar, y ver que los ex-legisladores son los asesores de las Juntas de Vecinos, los clubes culturales y demás centros comunitarios.
Quisiera despertar, y saber que los ex-legisladores son invitados de honor en diferentes universidades nacional e internacional para dictar conferencias a los estudiantes de diplomacia, derecho y otras ramas del saber y así poner sus experiencias al servicio del bien.
Quisiera despertar, y ver que nombres de calles, avenidas y de lugares emblemáticos de la comunidad llevan el nombre de nuestros ex-congresistas.
Quisiera despertar, y saber que nuestros exlegisladores son asesores honorarios de los nuevos legisladores.
Quisiera despertar y, ver que nuestros exlegisladores viven en la misma dirección de hacía 4 años, que no usan cristales tintados de color negro en sus vehículos y, caminan por las calles del pueblo saludando a los compueblanos, se sientan en el un banco del parque a charlar y jugar dominó con los amigos y vecinos.
Quisiera despertar, y saber que nuestros ex-legisladores donan su pensión prematura o una parte de ella a centros de beneficencia de su comunidad, alcanzando con ese gesto el grado de filántropo, emulando así al Padre de la patria Juan Pablo Duarte que muchos lo toman en su boca en sus discursos de campaña usándolo como bastón o muleta.
Quisiera despertar, y saber que los exlegisladores no se aprovecharon de su inmunidad parlamentaria para abusar de algún hermano, ni para evadir la justicia, ni para escapar al imperio de la ley.
Quisiera despertar, y saber que nuestros ex-legisladores no salieron del Congreso sub judice, es decir, que no tienen nada pendiente con la justicia, con una hoja de servicio impecable.
Quisiera despertar, el 16 de agosto de 2024 sobresaltado, nervioso, sudoroso, asustado y decirle al mundo que tuve una gran pesadilla y contarle todas las maravillas que vi en ella y que al escucharme me digan, “no fue una pesadilla, fue un sueño con la realidad, asimismo sucedieron las cosas”. Entonces, mientras trascurren estos 4 años para ver este sueño hecho realidad y pase la resaca de la pesadilla, serenamente, yo me acojo al dictamen de los tres mejores maestros: Dios, la naturaleza y el tiempo, ellos lo purifican todo. El tiempo, “pone cada cosa en su lugar, cada reina en su trono y cada payaso en su circo.”