PASANDO REVISTA Por Rafael Polanco periodista y politologo Ante la incapacidad e ineficiencia del gobierno en el manejo de la pandemia del ...
PASANDO REVISTA
Por Rafael Polanco
periodista y politologo
Ante la incapacidad e ineficiencia del gobierno en el manejo de la pandemia del coronavirus, todos hemos sido declarados culpables y el regalo de despedida que nos deja el casi saliente presidente Danilo Medina Sánchez es un nuevo encierro obligatorio por 45 días, motivado por una declaratoria de emergencia que trae consigo nuevamente una cuarentena y un toque de queda que nos coloca en una reclusión involuntaria.
Las autoridades nacionales, en vez de buscar salidas adecuadas a la crisis derivada del aumento sustancial del contagio, involucrando a las sociedades médicas especializadas, al Colegio Médico y a toda la población, a través de sus organizaciones de base, entre ellas hasta las juntas de vecinos, la vía que encuentra más expedita es volver a encerrar a todos, aunque nos mantuvo cuatro meses en esa situación, sin encontrar respuestas adecuadas.
Por el contrario, la mayoría de sus acciones conducían al aglutinamiento de la gente, como si de lo que se tratara fuera precisamente de propiciar el contagio masivo, con las filas en los bancos, supermercados y en las entregas de alimentos durante el proceso electoral que lucían ser parte de la campaña del candidato oficialista.
Lo peor del caso es que esta vez se ponen de acuerdo los que se van con los que llegan, para castigarnos a todos con un encierro que denota que los ciudadanos somos culpables del fracaso de los que mandan, a quienes parece que les hace falta tiempo para seguir haciendo negocios con la calamidad que nos abate a todos.
¿Es acaso que la miopía no le permite a los que mandan observar lo que ha venido sucediendo en Uruguay, Costa Rica y Paraguay, en donde las víctimas del covid-19, tanto contagiados como fallecidos, son mínimas, aunque han mantenido un ritmo controlado de actividades productivas y un desenvolvimiento social casi normal de la vida ciudadana?
¿Es que las autoridades sanitarias prefieren seguir contando contagiados y fallecidos en vez de aplicar los medicamentos que se insiste son efectivos para aliviar o sanar a los enfermos de covid?
¿Por qué insisten las autoridades sanitarias en ignorar las sugerencias de que aplique a los pacientes el medicamento conocido como Ivermectina que está en abundancia en el mercado y es bastante barato como para no abultar el presupuesto destinado a enfrentar el virus?
Haciéndome eco de una publicación reciente del colega, amigo y compadre Luis José Chávez sobre el tema, pregunto: ¿Es que no tienen conocimiento nuestras autoridades, salientes y entrantes, de que, en Bolivia, El Salvador, Perú, la Unión Europea y una buena parte del mundo han autorizado el uso de la Ivermectina y comienzan a observar buenos resultados?
Qué cuesta a las autoridades escuchar y aplicar el parecer de los doctores José Natalio Redondo, Yudelka Merette y Johnny Tavares Capellán, quienes se quejan de ni siquiera se les ha dado el beneficio de la duda en su afirmación de que la Ivermectina puede ser la solución al derroche de contagios y muertes provocado por el coronavirus.
Pero no, es mejor y más conveniente para los que se van y para los que vienen, que ya fueron víctimas del manejo político dado a la crisis sanitaria, coger de pendejos a todos los ciudadanos y disponer un encierro obligatorio, sin importar que los que se salven del virus, podrían morir de inanición o caer en depresión, producto de la reclusión.
Tampoco alcanzo a comprender el por qué si el presidente Medina Sánchez tiene que entregar el poder el 16 de agosto compromete las primeras semanas del nuevo gobierno que se instalará precisamente a su salida, que encabezará Luis Rodolfo Abinader Corona, que pasará sus primeros días regido por una disposición del gobierno que se habrá ido para entonces.
¿Si por fin se han puesto de acuerdo para trabajar juntos en la lucha contra la enfermedad, por qué no establecer un período adecuado, de dos o tres semanas, dentro del espacio de tiempo que le queda al actual gobierno, para medir los resultados del esfuerzo mancomunado?
Ahora plantea un cerco sanitario en una parte de la provincia de Santiago, como se hizo en San Francisco de Macorís, que tan buenos resultados se obtuvo, pero que inexplicablemente no se continuó con ese método de trabajo en otras áreas. Eso evidencia se actúa en base a la improvisación.
¿O es que hay mala fe, que el propósito es dejar al gobierno entrante empantanado con los resultados negativos por el mal manejo de los que se van?
¿Por qué el gobierno de Abinader Corona tiene que hacerse partícipe de los errores de los que se van y que tanto esfuerzo hicieron por evitarle el triunfo?
Mientras el hacha va y viene, estaremos un encierro obligatorio todos, cual culpables de las fallas de los que debieron responder adecuadamente con medidas para preservarnos la vida.
Reitero, desde ahora, sin esperar la instalación del nuevo gobierno, nos corresponde a todos, vencidos y vencedores, tomar el toro por los cuernos y enfrentar los graves problemas que afectan a los dominicanos, pero no presos, producto de un nuevo encierro obligatorio, sino trabajando para echar el país hacia adelante.