Mi Ventana Óptica Por Alejandro Almánzar Desde que inició esta pandemia, mi reloj biológico sufre una alteración, encerrado en cuatro pare...
Mi Ventana Óptica
Por Alejandro Almánzar
Desde que inició esta
pandemia, mi reloj biológico sufre una alteración, encerrado en cuatro paredes,
saliendo tres veces por semanas a caminar en la Reserva, de El Bronx, es cuanto
hago, alrededor de seis kilómetros.
Son aproximadamente unos 18 kilómetros
semanales, como quien sale de una prisión a recrearse. Con la Covid 19, la vida
nos cambió radicalmente, sin volver al trabajo, reunirnos con amigos, ni visitar
un parque, nada fácil esto.
Lic. Alejandro Almanzar |
Pero lo que la pandemia no pudo detener fue la
campaña electoral en mi Quisqueya y más allá de sus fronteras, lo que nos obligó
a meternos en la actividad, que como el béisbol, el ciudadano respira política
por los poros.
No votaba desde 2004, cuando en mi país, acudí para castigar al
gobernante de entonces, que en ese momento tenía al país patas arriba, y no
había otra forma de expresarle repudio, e iguales circunstancias me obligaron
esta vez. Castigar a otro gobernante irrespetuoso de la Constitución.
No tengo
simpatía partidaria alguna, tampoco aquí en la nación que me acogió, porque los
políticos me asquean, sobre todo, aquellos que nos tratan como imbéciles. Desde
mediado de los 80s, me distancié del activismo partidario, porque los Partidos
son los mismos, sólo tienen colores y logos diferentes, pero la meta de sus
dirigentes es llegar al Estado, a administrar sus recursos para enriquecerse.
Viviendo, como si el país fuera una potencia poderosa económicamente, mientras
la gente carece de lo más elemental para sobrevivir, hospitales sin medicina, ni
calmantes, para el dolor de quienes buscan extender su agonía. Como parte de ese
dislocamiento en mi sistema biológico, estoy durmiendo más de día, que de noche,
pues a veces, sólo unas dos o tres horas. Por eso, a las cinco, ya estaba
despierto, y a las 7: 50 hacía la fila para votar.
A las 8:08, vino alguien,
buscando a quién quisiera trabajar como delegado de mesa, intenté ofrecerme,
pero recordé mi Columna de los Domingos, y me abstuve. El proceso debió iniciar
a las 7:00 AM, pero somos coherentes con la incoherencia. Dos horas de espera,
finalmente llamaron el número 0239, mi Colegio electoral, pocos respetaban el distanciamiento social.
a electoral en mi Quisqueya y más allá de sus fronteras, lo que nos obligó a meternos en la actividad, que como el béisbol, el ciudadano respira política por los poros.
No votaba desde 2004, cuando en mi país, acudí para castigar al gobernante de entonces, que en ese momento tenía al país patas arriba, y no había otra forma de expresarle el repudio, e iguales circunstancias me obligaron esta vez.
Castigar a otro gobernante irrespetuoso de la Constitución. No tengo simpatía partidaria alguna, tampoco aquí en la nación que me acogió, porque los políticos me asquean, sobre todo, aquellos que nos tratan como imbéciles.
Desde mediado de los 80s, me distancié del activismo partidario, porque los Partidos son los mismos, sólo tienen colores y logos diferentes, pero la meta de sus dirigentes es llegar al Estado, a administrar sus recursos para enriquecerse.
Viviendo, como si el país fuera una potencia poderosa económicamente, mientras la gente carece de lo más elemental para sobrevivir, hospitales sin medicina, ni calmantes, para el dolor de quienes buscan extender su agonía.
Como parte de ese dislocamiento en mi sistema biológico, estoy durmiendo más de día, que de noche, pues a veces, sólo unas dos o tres horas. Por eso, a las cinco, ya estaba despierto, y a las 7: 50 hacía la fila para votar.
A las 8:08, vino alguien, buscando a quién quisiera trabajar como delegado de mesa, intenté ofrecerme, pero recordé mi Columna de los Domingos, y me abstuve. El proceso debió iniciar a las 7:00 AM, pero somos coherentes con la incoherencia.
Dos horas de espera, finalmente llamaron el número 0239, mi Colegio electoral, pocos respetaban el distanciamiento social.
Algunos sin mascarillas, ni guantes, pero bien, entré al lugar de votar, hice algo que no acostumbro, dar boche.
Pero una señora imprudentemente, se acercó a decirme, “vote por Luis, por favor", le respondí, “ya la campaña terminó, y todo el que está aquí, sabe a lo que vino, y por quién votar", se disculpó, pero al parecer, ese era su trabajo ahí.
Buscan que cualquier incauto cambie la intención del voto. Se lo hizo a otros, pensé llamar la atención de funcionarios de JCE, para que detuvieran eso, pero dejé esa (vaina) así. Lucen desesperados por llegar al poder a buscársela.
Cuando se publica esta Columna, no tenemos los resultados finales, pero la tendencia indica que Abinader se perfila seguro ganador en primera vuelta, aunque el mapa congresual pudiera quedar en poder de la oposición, sería lo ideal.
Mi voto fue por Leonel, porque sus propuestas encajan con el desarrollo del país, lo que aspiramos todos. Llegada la hora cero, ejercí el derecho ciudadano, mi voto no es a cambio de favores. También, por primera vez eché un voto colorado, para apoyar a Cirilo Moronta, por su colaboración con el CDP-NY.
Distanciamiento social. Algunos sin mascarillas, ni guantes, pero bien, entré al
lugar de votar, hice algo que no acostumbro, dar boche. Pero una señora
imprudentemente, se acercó a decirme, “vote por Luis, por favor", le respondí,
“ya la campaña terminó, y todo el que está aquí, sabe a lo que vino, y por quién
votar", se disculpó, pero al parecer, ese era su trabajo ahí. Buscan que
cualquier incauto cambie la intención del voto. Se lo hizo a otros, pensé llamar
la atención de funcionarios de JCE, para que detuvieran eso, pero dejé esa
(vaina) así.
Lucen desesperados por llegar al poder a buscársela. Cuando se
publica esta Columna, no tenemos los resultados finales, pero la tendencia
indica que Abinader se perfila seguro ganador en primera vuelta, aunque el mapa
congresual pudiera quedar en poder de la oposición, sería lo ideal.