Mi Ventana Óptica
Por Alejandro Almánzar
Sabemos, que en el Estado se administra desde recursos políticos y económicos, hasta fenómenos imprevisibles que demandan rápidas soluciones, pero incluyendo grandes naciones, sus gobiernos fueron ridiculizados por la actual crisis sanitaria.
Quizás por proceder del Tercer Mundo, asumo como una torpeza mayor el empecinamiento de gobiernos en aplicar pruebas indiscriminadamente a todo el que anda con el ombligo por delante, como si eso solucionara el problema.
Mejor me inclino, por la postura de los presidentes de Francia y México, que decidieron sólo aplicarle las pruebas a alguien que presenta algún síntoma de contagio por la Coronavirus y no a todo el que estornuda. ¿Por qué digo esto?
Porque si alguien sale de El Bronx, hacia Queens, NY, le aplican la prueba y sale bien, pero se contagió en su recorrido, al volver, no sabe si tiene el virus, porque esos síntomas se reflejan dos semanas después.Lic. Alejandro Almanzar/ CDP-NY
Pudo contagiarse en el lugar que visitó cruzando el puente, mientras en su record aparece como alguien fuera de contagio hasta sentir los síntomas, por eso, las pruebas en este caso sólo representan pérdida de recursos.
Hasta la aparición de la Covid 19, creíamos que los países desarrollados estaban aunque sea mínimamente preparados para enfrentar una pandemia que incluso, ya habían advertido en 2015 científicos, pero la realidad es distinta.
Hoy, atrapados por la incompetencia, esos gobernantes se conforman buscando culpables. Pero en esta semana que finaliza, otro científico le hizo esta nueva advertencia, “pueden prepararse para lo peor después de la Coronavirus”.
Aquí no aplica eso de “luego de la tormenta, viene la calma”, porque a su juicio, lo peor está por venir, y que después no aleguen ignorancia, pues quienes se emplean en la ciencia están cumpliendo su parte de advertir a tiempo.
Para que no busquen justificarse juzgándoles de cómplices por la ineficacia de los gobernantes y la corrupción imperante en dichas naciones, es como la labor de los periodistas, sólo podemos denunciar injusticias, nada más.
En medio de la tormenta, nadie sabe de qué sirve la OMS, que tampoco se enteró de lo que dijeron esos hombres de ciencia en 2015, para que hubiesen conminado a los Estados a comenzar a tomar medidas de precaución.
Trump, tiene razón, al cuestionarle, pues son unos 150 países que financian a la Organización Mundial de la Salud, para que coordine sus asuntos de sanidad, y no juega su papel de velar por la salud de quienes les financian esa buena vida.
Todo indica, que esta forma parte de otras instituciones parasitarias que drenan el presupuesto de esos países, mientras en momentos difíciles los abandona a su suerte. Esta pandemia nos muestra de cuánto adolecen naciones "ricas".
Desnuda a un sistema que va dejando un cumulo de injusticias y desigualdades, incapaz de garantizar la supervivencia de la gente. Pero quizás, mi juicio sobre la aplicación de pruebas al azar sea fruto de una opinión tercermundista.
O, como si las autoridades quisieran así encubrir su ineptitud. Preocupa también, que ni organismos como la misma OMS estén orientando a la población del nuevo desafío que enfrentaremos, una vez se haya controlado la pandemia.
Aunque la ciencia médica advierte que vivirá con nosotros endémicamente, resurgiendo en determinadas determinada épocas, sobre todo, deben edificar en torno al comportamiento de los humanos para evitar enfermarse mientras aparece la cura.
Twitter, @alexalma09