Mi Ventana Óptica Por Alejandro Almánzar Desgraciadamente, La República Dominicana ha sido conducida hac...
Mi Ventana Óptica
Por Alejandro Almánzar
Desgraciadamente, La República Dominicana ha sido conducida hacia la ilegalidad, desde los aspectos políticos, económicos y sociales, hasta poner en juego la existencia humana, de la forma más infame que pudiéramos imaginarnos.
Antes, la lucha fue contra los juegos ilícitos, lo cual evolucionó y se incrementó, pasando a otros niveles, que incluían tráfico de personas, entre ellas, niñas pobres de nuestros campos, vendidas a la prostitución, sin que la autoridad interviniera.
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| Lic. Alejandro Almanzar |
Apareció la industria clandestina de Yolas artesanales, para transportar indocumentados al extranjero, el desmonte de Bosques, para vender maderas. Según historiadores, el primer contrabando conocido en la Hispaniola fue de Biblias.
Ese entramado pernicioso prosiguió con el trasiego de Ron adulterado desde Haití, llamado Clerén, provocando la muerte de muchísimas personas, sin que las autoridades locales se concentren en desarticular ese negocio clandestino.
Con eso, nace la competencia local, donde en patios, usando recipientes oxidados, y manipulado sin ningún criterio de higiene, ni control de calidad, fabrican esta bebida letal, la cual venden a granel en Colmados de sectores pobres en campos y ciudades.
La venta de ese alcohol, mezclado con Etanol y Metanol, al decir de las autoridades, es un crimen que se realiza a plena luz del día, ante la indiferencia de los funcionarios que juraron defender al ciudadano y hacer cumplir las leyes.
Pero eso no para ahí, desde que tengo uso de razón, escucho de Laboratorios clandestinos de medicina en Moca y Tamboril, a veces, hacen “redadas” al respecto, pero esos medicamentos los venden dondequiera.
¿Sabe el Estado, cuantas muertes y enfermedades causan estos? ¿Han llevado al Banquillo a esos criminales? Los viajes en yolas, todos saben de dónde salen, figuras políticas, se hicieron ricos alimentando tiburones en esa travesía.
Pero ¿Son nuevas las muertes por esta bebida? Es tan viejo como la República, sin que eso llame la atención del gobierno, los políticos van al Estado a hacer negocios para enriquecerse, y buscar mantenerse en el poder como sea.
¿Sabe la sociedad, cuántas personas mata ese negocio ilegal? Ahora un poco más, por las Redes Sociales se entera de algunas. En los establecimientos comerciales se venden medicamentos, bebidas y hasta alimentos falsificados libremente.
Para mayor desgracia, periodistas, sólo están pendientes a defender políticos, mientras esos sectores mafiosos ponen en riesgo la salud de la gente, víctima de su sed de riquezas, escudados por el poder para burlar la justicia.
En eso entran también Medios de comunicación, aplicando la pérdida de vigencia de temas, sin importar su sensibilidad ante la sociedad, por eso, el río Yaque del Norte, vive una permanente cuarentena, porque de su situación pocos hablan.
Sobre el alcohol casero me dicen, que al comprador, les dan la opción, de si lleva el embace, le venden la cantidad que quiera, y este va al vertedero y recoger una botella plástica o de cristal, donde el comerciante le envasa la muerte por unos pesos.
¿Qué tiempo hace, en el Sur murieron más de veinte personas envenenadas con dicha bebida? ¿Hay alguien preso por ese genocidio? ¿Debieron morir 109 más en apenas días para alarmarse? ¿Cuándo serán castigados estos delincuentes?
Ignorancia de la gente, comerciantes inescrupulosos, inoperancia del sistema judicial, y la indiferencia del gobierno, es la complicidad letal, que como guillotina, colocan en el cuello de los más vulnerables, con la venta de medicina y alcohol falsificado.
