23:15 (hace 16 minutos) Mi Ventana Óptica Por Alejandro Almánzar La humanidad ve pasa...
23:15 (hace 16 minutos)
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Mi Ventana Óptica
Por Alejandro Almánzar
La humanidad ve pasar los años, sin percatarse, que con cada amanecer viene un mundo nuevo, porque se nos dificulta desprendernos del pasado, no es casual, que todavía nos extasiemos, al ver un viejo auto 1974 a nuestro lado.
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LIC. ALEJANDRO ALMANZAR |
En esta parte del mundo, donde saludamos con apretones de manos, abrazos y besos, de repente nos encontraremos que nada de eso se puede sin atenernos a consecuencias desagradables con la autoridad y el ordenamiento legal.
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LIC. ALEJANDRO ALMANZAR |
Desde ya, en un mensaje colgado, en el portal oficial de la ciudad de NY, se les pide a los ciudadanos, denunciar la violación al distanciamiento social, eso implica, que si me acerco un poco a la otra persona, pudiera enfrentar cargos y multas.
Existe la posibilidad, de prohíbe toser, estornudar, y hasta bostezar, necesidades de las que en determinado momento un individuo no puede tener control que ocurra, aunque sabemos, hay normas para hacerlo guardando la higiene.
Será extraño, ver a dos personas tomadas de las manos, el baile será en espacio abierto, donde los ejecutantes no se toquen. Lo complicado sería en estas grandes ciudades, donde las aceras resultan pequeñas para los transeúntes.
No sé, qué hará New York, para conseguir que las personas no se apiñen en los túneles de Times Square, donde en horas normales se acumulan miles de pasajeros que buscan tomar un taxi, tren o autobús para llegar a su destino.
En el sistema de transporte masivo, qué haría, para que en los vagones de trenes y los autobuses las personas se distancien. Si obligaran a los dueños de edificios de apartamentos a instalar túneles desinfectantes en la entrada.
Que coloquen puertas a control remoto en la entrada y en los apartamentos, donde la persona no deje el contagio, es como si nos dijeran, que nacimos a un nuevo mundo sin haber desencarnado, donde el turismo ya no existirá.
Las líneas áreas, sólo transportaran mercancías, las Iglesias usarán otro método para congregar a sus fieles, el cura colocará la comunión a donde el feligrés la tome por sí mismo, los parroquianos bien separados y el abrazo de paz queda eliminado.
Las celebraciones serán virtuales, en las aulas, el cupo estará limitado, donde profesores eviten el contacto, aunque preveo, que la casa será la escuela vía la web. Nuestro país se beneficia, porque ya no tendremos manifestaciones políticas.
Los estudiantes de la UASD, tendrán que hacer sus marchas de protestas de forma virtual, y mis amigos del FALPO también. Nos vamos a evitar las quemas de neumáticos, que tanto contamina el Medio Ambiente.
Este no sólo deja dolor a su paso, por las muertes y el aislamiento obligatorio, trae consigo interrogantes que ojalá encontremos respuestas, como por ejemplo, ¿Tenemos suficientes psicólogos capaces de arrancar tantos traumas?
Aunque después de la tormenta, viene la calma, debemos esperar por la vacuna y la medicina para retornar a la “normalidad”. Las grandes tiendas, colocarán túneles desinfectantes también. Las cajeras desaparecerán, aunque ya algunos establecimientos tienen máquinas, donde el cliente escanea su mercancía, pasa su tarjeta y se marcha con lo comprado sin la odiosa fila.
El nuevo orden que deja a su paso esta pandemia, sólo será bien asimilado por las futuras generaciones, que al igual en las aguas calientes viven especies, ellos también sobrevivirán y se asombrarán, al enterarse de la vida que vivíamos antes.