Mi Ventana Óptica Por Alejandro Almánzar El Cristianismo existe muchos siglos antes de Jesús, y el fundado en su nombre no ha avan...
Mi Ventana Óptica
Por Alejandro Almánzar
El Cristianismo existe muchos siglos antes de Jesús, y el fundado en su nombre no ha avanzado, por estar plagado de incoherencia, maldad, falsificación y perversidad teológica, para endiosar a quienes persiguen dominar al prójimo. El catolicismo, y otros “cristianos”, aportan poco espiritualmente al feligrés, porque es un plagio de doctrinas antiguas, y la Masonería sigue sus pasos, aunque dice llamarse “Sociedad Secreta”.
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| LIC. ALEJANDRO ALMANZAR |
Tan secreta, que sigilosamente compite con el juramento papal para blindar a su cúpula. Los masones obligan jurar a los iniciados “que sus lenguas les sean arrancadas”, si revelaran algún "misterio" a uno de menor rango.
¿Qué sería del mundo, compuesto por quienes temen revelar "misterios"? como no hay nada nuevo bajo el Sol, misterio, es lo desconocido, en el siglo XIX, un aparato de radio resultaba misterioso. El masón es desconocido, aunque gravita mucho en los países.
“Nada debe temer, quien convencido del poder de su inmortal espíritu, y ni por un momento dude de su omnímoda protección, pero ay, del que por el más leve temor, hijo enfermizo de la materia, pierda la fe de su invulnerabilidad”.
“Sentenciado está, quien carezca de preparación moral, para recibir la carga de tan terribles secretos”. “Nada teme, el puro de corazón, que emprende el estudio de esta ciencia, para perfeccionarse y alcanzar la inmortalidad”. “Debe temblar, quien toma dicho estudio con el deseo puesto en logros mundanos”.
La mayoría de los símbolos cristianos envuelven “secretos” que ni sus promotores comprenden, porque son producto del plagio. “Mientras menos la gente comprende, más admira”, dijo San Jerónimo. Jesús prefirió seguir a hombres preclaros como Sócrates, condenado como ateo y corromper a la juventud de Atenas, de quienes aprendió a producir milagros.
"Hay un Dios superior a los dioses, más divino que los mortales, sin forma humana, ni su naturaleza semejante a esta, pero engreídos mortales, imaginan que estos tienen voz, cuerpo y sensaciones humanas, (Xenofanes). Si los leones pudiesen como los hombres pintar a los dioses, lo harían en figura de león, los caballos en la suya, y los bueyes por igual.
El budismo, nació miles de años primero que el cristianismo, Mahoma y su religión, aparece casi seis siglos después, y ambas han crecido, porque se explican en forma menos confusa. Gautama, no se atribuyó naturaleza divina, ni lo divinizaron sus discípulos, tampoco a Mahoma, y pocos indoístas, budistas, mahometanos y judíos apostatan de su fe.
“Si un sabio decide elegir entre las religiones existentes, el cristianismo sería su última opción, porque este ha sido más simulación que prueba de santidad", (Kidder). “Por cosa cierta se dice, hay entre vosotros fornicación, cual ni aun entre los gentiles; tanto, que alguno abusa de la mujer de su padre”, (apóstol Pablo).
Respecto a otros apóstoles, en particular evangelistas, no es posible fiar, estos, atribuyen a su maestro, milagros relatados en libros indos, en iguales términos y circunstancias, como el conmovedor episodio de la resurrección de la hija de Jairo, copiado de análogo prodigio de Krishna.
Los dogmas religiosos sólo sirven para ofuscar la razón humana. El culto a divinidades, cuyas alegorías encubren el respeto que el hombre siente por las leyes naturales prostituye la verdad, en provecho de groseras supersticiones.
En su afán de aducir pruebas de la autenticidad del Nuevo Testamento, incurren aun los más sinceros y mejor intencionados exégetas y teólogos en deplorables engaños. Mientras el vulgo católico, convierte al apóstol Pedro en portero del Cielo, una especie de dependiente de la Trinidad, con el encargo de recoger las entradas.
En un motín ocurrido por cuestiones religiosas, en una república hispano–americana, se encontraron entre las ropas de los muertos, pasaportes firmados por el obispo de la diócesis, ordenando a San Pedro, les admitiese en el Cielo, como fieles hijos de la Iglesia. Después se supo, que el prelado había extendido estos curiosos documentos poco antes de estallar el motín, promovido por el fanatismo religioso.
Fuente: Isis Sin Velo, Helena P. Blavatsky, Tomo III
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