Grosero ejercicio del poder

dom., 26 ene. 22:

Mi Ventana Óptica

Por Alejandro Almánzar

Este 26 de Enero, celebramos los 207 años del nacimiento del más ilustre entre los dominicanos, Juan Pablo Duarte, el “Cristo de la Libertada’, quien víctima de un grosero ejercicio del poder, murió en un ignominioso exilio.

Y cual perseguido por la irreverencia, quienes encumbrados en el poder hoy, llaman al pueblo a imitarlo, cuando ellos nunca han mostrado la suficiente dignidad para honrar al patricio y engrandecer su legado patriótico.

LIC. ALEJANDRO ALMANZAR/ Articulista

Quienes desde su llega a Palacio, se concentraron en acumular mucho poder, sin importarles manchar la honra bien ganada del hijo de Juan José y doña Manuela, para legarnos una República Dominicana libre, independiente y soberana.

Esos, a quienes los hijos del prócer abuchean y repudian por doquiera pasan, funcionarios mercenarios y corruptos, que cada día cosechan mayor desprecio de la población, por su forma petulante, y arrogante como se manejan.

Individuos, que recurrieron a cuantas artimañas, para controlarlo todo, llevando al país a la pérdida de sus derechos elementales, como vivir seguros en sus casas, porque la delincuencia les ataca hasta en la intimidad del hogar.

Periodistas y Medios, secuestrados por ese poder, y quienes rechazan arrodillarse ante ellos, son acosados judicialmente, como el caso Marino Zapete, donde la Justicia, controlada por el gobierno, le viola sus derechos de defensa.

Impedirle a la prensa entrar a la Sala de Audiencia, donde la corrupción lo juzga, evidencia que Danilo es indigno de invocar a Duarte, un demócrata autentico, ultrajado por quienes como él, creyeron que el poder es para aplastar a los demás.

Quien con su antidemocrático accionar, mancilla la libertad de prensa, persiguiendo a periodistas y ahogándolos económicamente, para que tengan que abandonar sus espacios donde buscan ganarse la vida trabajando.

A su temeridad, no escapó ni la dirigencia de su Partido, donde limitó la diversidad y pluralidad de criterio, hasta controlar los organismos de dirección, porque consideraba que el Poder Ejecutivo no era suficiente para sus fines.

Un grosero ejercicio del poder, llevado a estamentos como la Justicia, que en lugar de defender las mejores causas, se presta para atropellar la libertad de expresión y difusión del pensamiento, prohibiendo el libre ejercicio periodístico.

Cuando se concentra tanto poder en una sola cabeza, la población puede prepararse para lo peor, y quien paga la consecuencia es la Democracia y los ciudadanos, y ni hablar, si la Justicia también da la espalda al interés nacional.

Y como si fuera poco, para mayor desgracia, el liderazgo del principal Partido de oposición luce silenciado, Hipólito Mejía, sólo anda detrás de colocar a su hija como alcaldesa del Distrito Nacional, con apoyo del gobierno.

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Abinader, candidato y líder del PRM, mantiene un bajo perfil, ante las acciones temerarias del gobierno, a pesar de que la JCE, sólo obedece órdenes del Palacio, lo que puede afectar sus aspiraciones, si realmente busca el poder.

El atropello a periodistas, durante la audiencia contra Marino, es inaceptable, evidencia que en el país se ha perdido todo viso de libertad, derecho y respeto a la institucionalidad democrática, lo que parece no preocupar a la oposición.

Ante tan sombrío y desolador panorama, sólo podemos decir como Duarte, (Nunca me fue tan necesario como hoy, el tener salud, corazón y juicio; hoy, que hombres, sin juicio, y sin corazón, conspiran contra la salud de la Patria.