Mi Ventana Óptica Por Alejandro Almánzar El Merengue y la Bachata, una misma historia...
Mi Ventana Óptica
Por Alejandro Almánzar
Por Alejandro Almánzar
El Merengue y la Bachata, una misma historia e igual destino, nacieron en tierra adentro, con olor a surco recién cortado, y al desplazarse a las ciudades, recibieron la bendición de la marginalidad social, intelectual y económica.
Licenciado Alejandro Almanzar / Articulista |
La segunda, corrió con mejor “suerte”, porque aunque rechazada, posiblemente nadie fue agredido por tocarla o escucharla, el primero, no sólo fue rechazado por la burguesía, si no, que sus exponentes eran odiados.
El Merengue trasciende, gracias a Trujillo, alguien que como ese ritmo, había sufrido la discriminación de esos engreídos sociales, por su procedencia y condición económica, por eso, al llegar al poder, obligó a ricos e intelectuales a consumirlo.
La cantante de bachata Melida Rodriguez, oriunda de San Fco. de Macoris, pionera de ese ritmo. |
Aunque la Bachata no trascendió durante su régimen, nadie fue perseguido por ese arte. Ambos géneros que saltan de lo Ridículo a lo Sublime, vencieron las adversidades, teniendo como sostén a un pueblo que buscaba definir su futuro.
Por lo que nadie tiene derecho a apropiárselos, pues son obra genuina de ese conglomerado que se abría pasos hacia su identidad social y política. Aunque el Merengue fue usado para loar al tirano, también denunciaba males sociales y políticos.
Guitarra instrumento esencial en la elaboracion de la bachata |
Es penoso, que hijos de Tatico, conspiren contra la obra maestra de su progenitor, impidiendo que nuevos exponentes proyecten sus Merengues. Que luego de la UNESCO declarar la Bachata Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, salgan algunos reclamándola como herencia personal.
Según aprendimos en las escuelas, Bachata, era una reunión familiar campesina, donde con una guitarra y dos maracas, hacían tremenda fiesta, de donde salían enamorados. El término, no tengo claro su procedencia, aunque dicen es del África.
José M. Calderón y el Añoñaito se la diputan, pero ninguno tiene la razón. El primero, posiblemente fue el pionero en comercializarla, y el segundo, quien la llevó a los salones, sacándola un poco de la marginalidad cabaretera.
Pero ninguno de los dos tiene su Acta de nacimiento, porque cuando ambos nacieron, ésta existía como expresión popular, sus genuinos exponentes se fueron, sin saber que su discriminado género se convertiría en referente universal.
En medio de tanta confusión, algunos atribuyen a Romeo Santos, el mérito de llevarla al extranjero. ¿Y Juan Luis Guerra? quien sin ser bachatero, promocionó sus bellos temas como tal, paseándolo por apartados rincones del mundo.
Calderón, sería primero en llevarla a un Estudio de grabación, como Anthony Santos, Raulín, Zacarías, Frank Reyes, Joe Veras, Teodoro Reyes, Luis Vargas y otros, tienen la gloria de darle la depuración musical que la coloca ante la UNESCO.
Necesitamos un Mundito Espinal, que desentierre a los verdaderos exponentes, de un género que hoy se apodera del gusto universal, pero ¿A dónde colocar a Radhamés Aracena y su Radio Guarachita, cuna de los bachateros dominicanos?
Edilio Paredes, Inocencio Cruz, Víctor Estévez, Aridia y Adriano Ventura, Augusto Santos, Encarnación, Eladio Romero Santos, Teodoro Reyes, Kiko Rodríguez, Hermanos Paula, y Ramón Torres, poeta, que le puso saco y corbata.
Ramón Cordero, Juan Bautista, Melida Rodriguez y otros, que no tengo espacio para mencionarles, a esos, les debemos esta Bachata hoy reivindicada y aclamada género universal, lo demás es oportunismo, que nunca falta en la sociedad.