Chebon tenía un microchip en donde pudieron conocer que tenía 19 años y contaba con un dueño que de seguro lo estaba e...
Perder a una mascota es sentir una gran angustia por no saber si será posible poder encontrarla. En la mayoría de casos, los dueños comparten en redes sociales información que pueda ayudarlos a encontrar a sus fieles amigos, pero son muy pocas las historias que terminan con un final feliz. La historia de Robert, un hombre que perdió a su gato y lo encontró después de 7 años, te conmoverá.
Intenta no emocionarte demasiado. Un video en Facebook se ha vuelto viral por mostrar el emotivo encuentro de un hombre, llamado Robert, con su gato tras estar separados por un largo tiempo. El minino atigrado de nombre Chebon se perdió hace siete años y mientras más pasaba el tiempo, las posibilidades eran aún más escasas. Hasta que un día el hombre recibió una llamada que cambiaría todo.
Aunque parezca imposible, una transeúnte encontró a Chebon hace unos meses y decidió llevarlo al refugio de animales de Los Ángeles. Robert perdió a su gato justo a puertas de mudarse de California a Ohio, otra ciudad de Estados Unidos. Por más que pospuso su mudanza para encontrar a su pequeño amigo, las búsquedas no llegaban a ningún lado por lo que tuvo que superarlo y avanzar.
Una mujer vio a un gato callejero en muy mal estado y con un aspecto enfermo, por lo que lo atrapo y llevó a la veterinaria. Al llegar el refugio, se dieron cuenta que aquel gato que vivió durante años en las calles tenía un hogar donde lo esperaban. Chebon tenía un microchip en donde pudieron conocer que tenía 19 años y contaba con un dueño que de seguro lo estaba esperando.
Es así como Robert recibe una llamada inesperada, habían encontrado a su minino y estaba vivo. Con muchas dudas y con miedo de que sea un error, el hombre subió a un avión y voló hasta California a ver a su viejo amigo.
El video compartido no tardó en volverse viral debido a su emotividad. Apenas Robert vio a Chebon no pudo evitar ponerse sentimental hasta las lágrimas. Por el contrario, el felino empezó a maullar hasta que después de unos minutos reconoció finalmente a su dueño y saltó a sus brazos.
