Mi Ventana Óptica Por Alejandro Almánzar Desde que Colombia, en coordinación con los Estados Unidos, expulsó a los Carteles de droga...
Mi Ventana Óptica
Por Alejandro Almánzar
Desde que Colombia, en coordinación con los Estados Unidos, expulsó a los Carteles de drogas de sus territorios, esos narcotraficantes tomaron por asalto a la tierra del gran Benito Juárez, asesinando a nativos y extranjeros.
Sembrando el terror y desconcierto a cualquier hora del día, eliminan a todo aquel que se interpone a sus planes de convertir a México en un Estado narco, y tierra de nadie, dándoles a los funcionarios la opción de elegir entre “plata o plomo".
Con los mismos métodos de Escobar para humillar al Estado colombiano, estos atacan a México, dando la sensación de que el gobierno perdió el control del país, y de paso su soberanía y libertades para el libre tránsito ciudadano.
La Prensa intimidada, Iglesia silenciada, Justicia en complicidad, el gobierno sin opciones legales para enfrentarlos exitosamente, producen esas imágenes dantescas, con rumba de cadáveres por doquier en abierto desafío al Estado.
Más que la falta de oportunidades, es esa violencia que obliga a muchos mexicanos huir de su tierra. Lo mismo que hizo salir despavorido al colombiano amante de la paz, por temor al narcotráfico y el crimen organizado.
Quienes conocen sobre los Carteles de drogas, saben que estos nunca se desintegran, que cuando la persecución del Estado los acedia, sólo cambian de estrategias, de cabecilla y en última instancia de localidad.
México vive su peor pesadilla, y aunque respeto la determinación de los pueblos, y su derecho de trazar sus propias políticas de seguridad, veo imposible que ese problema encuentre solución sin la ayuda internacional.
La última crueldad perpetrada por ellos, donde tres adultos y seis niños fueron masacrados a tiros, colmó la copa, y demanda despertar la conciencia, para que el mundo se ponga en guardia frente al accionar de estos criminales.
Hace décadas, que el gobierno mexicano parece haber perdido el control del Estado, y muchos factores intervienen para eso, la corrupción militar y policial, complicidad de grupos poderosos de la política con el crimen organizado.
Esto les permite actuar libremente a plena luz del día, y que la autoridad en ocasiones haya debido replegarse ante el poder armamentístico que exhiben agentes al servicio de los Carteles, y el tráfico de indocumentados.
Fue un error de México, extraditar al Chapo Guzmán, en lugar de crear al estilo Colombia, un Bloque de Búsqueda y Captura, y aplicarle la misma medicina que a Pablo Escobar, porque desde la cárcel sigue moviendo sus tentáculos criminales.
La embestida contra ciudadanos estadounidenses es en represalia por la sentencia contra el líder de uno de los Carteles más violentos en la historia de México, intentando intimidar a la administración Trump, por buscar asegurar su frontera.
Eso ha afectado intereses de esos antisociales, porque por ahí no sólo entran indocumentados, si no, muchas drogas también. La única solución que he visto sobre este tema es legalizar las malditas drogas.
Porque aunque los gobiernos no lo admitan, saben que han perdido la batalla frente a al poder del narcotráfico, pues la gente persigue lo prohibido, de lo contrario, la otra solución sería fusilar a consumidores y vendedores.
La autoridad mexicana no tiene forma como negar estar bajo ataque, y controlada por los Carteles de drogas y sus criminales que siembran la intranquilidad, con asesinatos, secuestros y extorsión, manteniendo al pueblo aterrado.
Twitter, @alexalma09
