Mi Ventana Óptica Por Alejandro Almánzar La división demográfica tiene su importancia, para eficientizar la distribución del pres...
Mi Ventana Óptica
Por Alejandro Almánzar
La división demográfica tiene su importancia, para eficientizar la distribución del presupuesto, y buscar el desarrollo económico. Lo mismo no aplica sobre la división territorial, convertido en el mejor negocio de los políticos dominicanos.
En naciones desarrolladas, y no tan, la división demográfica da buenos resultados, porque es un mecanismo de la autoridad saber cuántos hospitales, escuelas e instituciones de servicios necesita su población.
Echando una ojeada, encontraremos que Cuba, tiene un territorio casi cinco veces mayor al nuestro, dividido tan sólo en 15 Provincias, y 168 municipios. España, que nos supera por muchísimo más territorialmente, sólo posee 50.
Canadá, con casi 40 millones de habitantes, y su inmenso espacio, tiene 10 provincias y tres territorios. Eso dice, que el afán de continuar convirtiendo a un pedacito de tierra en tantas demarcaciones, sólo persigue ensanchar la corrupción oficial.
La República Dominicana, con menos de 50 mil kilómetros cuadrados, tiene 33 Provincias, lo que de ninguna manera se ha reflejado en beneficios para sus pobladores, pero sí, ha servido de botín económico para la clase política.
La fiesta de división geográfica la comienza Trujillo, quien de 12 provincias existentes en 1930, dejó 24, en 1961, y demostrando que los “demócratas” que les sustituyeron no son diferentes a él, ya vamos por 33, y sumando.
El Distrito Nacional, fue dividido en Santo Domingo Este, Norte y Oeste, lo que significa, que de una sola demarcación se hicieron cuatro, una carga económica pesadísima para el Presupuesto Nacional, en perjuicio del contribuyente.
Los políticos encontraron en esa actividad cómo enriquecerse impunemente, y como el ciudadano permanece indiferente a su accionar corrupto, ahora van por el Primer Santiago de América, fundado en 1495, un pequeño territorio, que cualquier atleta que no sea Félix Sánchez, lo recorre en 15 minutos, y no me digan “bájale algo”.
Es falso, que el aumento poblacional en esta zona requiera de tal división, aunque sí, demográfica, para mejor distribución del gasto. Preguntémosles a los residentes de la Zona Este, de la capital, cuáles avances tienen después de su localidad ser provincia.
Dense una vueltecita por Ocoa, Santo Domingo Oeste y Norte, para conocer quiénes son los beneficiados de esa división territorial. Y, si Cienfuegos, el Ingenio, Rafey y zonas aledañas creen que esa división les resuelve problemas, se sorprenderán al ver, que los patrocinadores de esa inventiva son quienes aumentan sus fortunas.
Deben saber, que la creación de nuevas provincias, demanda de instituciones que sólo sirven a intereses de grupos políticos, sobre todo, de los que están en el poder, a donde nombran dirigentes, militantes y simpatizantes a sus anchas.
Que el presupuesto de estas, saldrá de la costilla del trabajador y el empresariado, para mantener calmado al tigueraje político. Reitero, la población debe empoderarse de sus derechos constitucionales, y quitarle facultad al Ejecutivo de nombrar gobernadores y que estos sean elegidos por el soberano.
Sólo así, ese representante provincial podrá manejar mayores recursos del Presupuesto e invertirlos en su desarrollo, sin tener que depender de la caridad del Rey Midas, de lo contrario, tendrán que seguir conformándose con ver a políticos llegar a los cargos pobres, y salir como los tutumpotes de Juan Bosch.
“Porque pueblo que no se empodera de sus decisiones, será siempre víctima de asechanza y componendas atroces”.
Twitter, @alexalma09
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