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Por considerarlo de sumo interés este periódico EL SIEMBRA HIELO.Com reproduce el editorial de El Nacional, un importante medio impreso de República Dominicana, cuyo tema sobre Haití le es vinculante a nuestro país RD.
Declaratoria de guerra
El primer ministro de Haití declaró en estado de emergencia en los 14 municipios del país bajo control de bandas armadas y ordenó a la policía haitiana y tropas kenianas arrestar a los bandidos y restaurar el control del Estado sobre esos territorios, lo que significa una declaratoria de guerra contra las pandillas.
En un discurso a la nación, Garry Conille informó que con el apoyo del Consejo Presidencial “implementaremos un conjunto de medidas concretas y decisivas para combatir la inseguridad y restablecer la paz de una vez y por todas”, además de instar a esos grupos a deponer las armas.
Admitió que el proceso a punto de iniciar “no será fácil”, pero recalcó que el objetivo final es recuperar todas las zonas bajo control de las pandillas, “casa por casa, distrito por distrito y ciudad por ciudad”, por lo que llamó a la población a mantener la calma y brindar apoyo a las autoridades.
El operativo de control y desarme coincide con el arribo a Haití de otros 200 policías de Kenia, que eleva a 600 el número de efectivos que conforman la fuerza internacional de pacificación, cuyo objetivo es que supere el millar, con la inclusión de tropas de Bahamas y Jamaica.
Aunque Jimmy Cherizier (Barbecue), principal líder de las bandas armadas que operan en Haití ha pedido dialogar con el gobierno, Conille ha reiterado el ultimátum para que depongan las armas sin ningún tipo de condiciones.
El primer ministro haitiano pidió a la Policía de Haití y a las tropas de Kenia que “comiencen gradualmente el despliegue y las operaciones en áreas específicas”, lo que significa la declaratoria de una guerra contra las pandillas, cuyos enfrentamientos ya se escenifican en algunos barrios de Puerto Príncipe.
En torno al nuevo escenario de la crisis haitiana, el presidente Luis Abinader advirtió a los grupos pandilleros que imponen el terror en territorio vecino les iría peor si intentan cruzar la frontera dominicana, por lo que esos forajidos no tienen otro camino que deponer las armas o abstenerse a las consecuencias.
Las tropas dominicanas que reguardan el hilo fronterizo deberían redoblar patrullaje en todos los puntos limítrofes a los fines de impedir el trasiego de delincuentes que, ante el asedio de policías kenianos y haitianos, intentarían penetrar al país disfrazados de ovejas.