Por Alejandro Almánzar
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El país marcha a la deriva en muchos aspectos, pero donde más se evidencia es en la familia, con el afán de muchos, por tenerlo todo, sin mucho esfuerzo, lo que está destruyendo los principales valores que nos dan origen.
Ninguna autoridad, ignora los millones de pesos o dólares, que obtienen interpretes del Genero Urbano, muchachos, procedentes de la marginalidad, de hogares disueltos, criados por abuelitos jóvenes, porque las niñas alumbran a tan temprana edad que, al llegar a la adultez, ya son abuelitas.
Mientras la lucha sea, quién exhiba más dinero y mansiones, sin tener que demostrar su procedencia, no andamos bien, pero que estos alcancen en tiempo récord fortunas sin supervisión del Estado, es más preocupante.
Un ejemplo es el exponente "Rochy RD" que, auxiliado por su pareja, “la Demente”, acumuló fortunas, que les permitió instaurar un imperio de prostitución en Los Frailes, donde prostituían menores, según el Ministerio Público.
Y la autoridad se enteró, cuando una madre lo denuncia, por prostituirle a su niña, aunque los niveles de descomposición nos impiden saber, si se trató de extorsión al millonario “artista” o alguien buscando detenerlo.
Lo que queda claro es, que el Estado, le ha fallado a la familia; quizás, imitando a otras naciones que, por sus culturas, tienen un modo de vida diferente, pero que los resultados finales no han sido los mejores.
No abogamos por las pelas de ayer, porque eso era puro salvajismo, pero no quiere decir, que en el hogar nadie corrija, ni supervise la conducta de los menores, copiando el modelo de crianza estadounidense.
Ejemplo, por esa política “proteccionista”, la nación norteamericana tiene que recurrir a ejércitos mercenarios, para ir a una guerra, porque esos muchachos no dan para servirle en una función de bomberos ni de policías.
Sobre todo, los que nacen y crecen mantenidos con las famosas ayudas, que no estudian ni trabajan, sin que los padres puedan evitar abandonen la escuela, porque oponerse y castigarlos, se convierte en "maltratos".
La Ciudad se los quita, y entonces es cuando empeora el problema, porque ya adultos, los sueltan y estos salen vacíos de compromiso social, terminando regularmente en cárceles, para seguir siendo carga del contribuyente.
Copiar dicho modelo, estaríamos construyendo un futuro funesto. La jovencita envuelta en el caso del acusado, la madre dijo, que la echó de su casa, por mal comportamiento, pero es que, copiando de estas naciones, ya los tutores lo piensan para corregir a los suyos, para evitar ser apresados. ¡Vaya perla!
Una madre soltera, porque dicen, "el padre de la menor guarda prisión, casi desde que esta nació", y seguro, que el Estado nunca apareció para conocer en qué circunstancia esa madre levantaba sola su hija y ahora le reclama no haber evitado fuera prostituida por esos delincuentes, que el sistema no controla.
Dicha autoridad, que tampoco investiga, cómo una música (basura), genera tanto dinero, que ni nuestros grandes exponentes del merengue y la bachata han logrado. Que puedan construir villas en lugares pobres, para prostituir menores abusando del poder económico alcanzado rápidamente.
Ahora, lo más fácil es culpar a una señora, que nadie protegió. ¿Pero es únicamente este muchacho de barrio que, sin ninguna formación acumula fortunas? ¿Declara sus impuestos? Bajo la indiferencia de una sociedad cómplice, el país marcha como barco sin rumbo, condenado a tocar fondo.
Twitter, @alexalma09
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