Mi Ventana Óptica
Por Alejandro Almánzar
No debería causar asombro a la autoridad de New York, que ricos y pobres, huyan del Estado, porque mejor que nadie saben, el sistema instaurado dificulta no sólo progresar, si no, vivir dignamente como aspira todo el que trabaja. Licenciado Alejandro Alma nzar/ Periodista CDP-NY
No sólo los pobres salen despavoridos porque muchos factores les han complicado vivir, también los ricos perdieron la confianza de continuar aquí, por eso han preferido largarse a donde el pago de impuestos y renta sean menos rapaz.
New York, no sólo está entre las ciudades caras, que pagan salarios bajos, si no, que acumula muchas otras desigualdades, donde el que no trabaja, tiene mayores privilegios que quienes cada día les sorprende el Sol trabajando.
En nombre de la Justicia, se ha creado mucha injusticia. A esto se suma, la inseguridad por la criminalidad, porque igual que los dueños de apartamentos, a la Asociación Nacional de Rifles, nadie controla su venta de armas.
Los ricos vieron como sus establecimientos fueron incendiados, destruidos y saqueados ante la mirada indiferente de la autoridad y ese es otro motivo como para recoger e irse a donde se les ofrezca mayor garantía de su inversión.
En 2007, recorrí desde la calle 135, hasta la 181 de Washington Heights, Manhattan, investigando sobre el panorama del pequeño comercio, y los testimonios eran devastadores, la cantidad de establecimientos cerrados y por cerrar.
Supermercados, bodegas, restaurantes, tiendas, farmacias, barberías, salones de belleza cerraron, y la queja era la misma, (renta alta). Hoy, el gobernador Andrew Cuomo, les suplica que vuelvan a ayudar a levantar la economía.
Pero cuales son las garantías que él les ofrece para que retornen a un Estado donde la renta, impuestos y servicios se tragan lo que se produce. Sin controles efectivos sobre los dueños de edificios de apartamentos y locales comerciales eso es imposible hacer negocios.
Quienes se marcharon, lo hicieron buscando mejores oportunidades de negocios que New York no les garantizó. Quieren trabajar para dejarle como legado a los suyos una buena fuente de ingreso, no para vivir esclavos de una política económica alocada.
Recuperar la economía significa un duro reto, en el que el precio no puede seguirlo pagando un sector, mientras otros lo que hacen es beneficiarse hasta de las grandes crisis como la que vive el mundo hoy con la pandemia.
Por ejemplo, las compañías de Cable, cada mes envían las facturas más altas a gente de bajos ingresos, donde ya cualquier usuario tiene que pagar hasta más de doscientos dólares por un servicio limitado, y nadie les controla tampoco.
En El Bronx, la empresa Optimum, mantiene un Monopolio, y la gente no tiene otra salida que someterse a sus contratos leoninos, o retirar el servicio. Antes, en este Condado, existían varias empresas dedicadas a ese servicio.
Pero todas pasaron a una sola mano y fusionadas en una sola, por lo que el interesado no tiene opción, y esto empeoró cuando Altice adquirió este negocio, como vemos, los ricos, grandes y pequeños comerciantes, ni los pobres se van de New York por placer, huyen despavoridos de un sistema desigual y nada más.
Oh, 75 años después, Hiroshima siente el escalofriante peso de la Bomba Atómica, cargando sobre sus hombros el dolor, y en esta misma fecha, El Líbano fue sacudido por una explosión, que revivió la pesadilla de Hiroshima y Nagasaki.
Twitter, @alexalma09