Mi Ventana Óptica
Por Alejandro Almánzar
Si los acontecimientos violentos en Los Estados Unidos, guardan relación con las elecciones presidenciales, como luce, los políticos aquí les siguen los pasos a países del tercer mundo, una práctica que ha acabado con la estabilidad de esos pueblos.
Los saqueos, quemas de establecimientos, después que el pasado 25 de Mayo, George Floyd, en Minneapolis, Minnesota, muriera cruel y despreciablemente a mano de un agente arbitrario de la policía, estando ya bajo arresto, así lo infieren.Lic. Alejandro Almanzar
Un hecho indignante, como también lo es, que un reclamo de justicia, sea convertido en una peligrosa lucha racial, que ojalá, bajo la consigna de “Black Lives Matter”, no despierten un monstruo dormido en sectores extremistas de aquí. |
Si eso fue aprovechado por quienes buscan el poder, se merecen el rechazo total del electorado, por colocar sus deseos por encima del sagrado interés colectivo, hiriendo sensibilidades con el predicamento de que “sólo la vida de determinada etnia importa”.
Si han llegado tan lejos, para sacar a Trump de competencia, sólo se merecen el desprecio electoral, porque para la policía no ser un órgano represivo, debe quitársele la misión de perseguir el delito, y convertirla en organismo de vigilancia solamente.
Aunque no he vivido la experiencia de perseguir a delincuentes, por el ejercicio del periodismo sé, lo peligroso y complicado que resulta enfrentar a quienes violan la ley, pero que se resisten a ser sometidos por ante los tribunales.
Aprovechar cualquier coyuntura para desempolvar una historia que creíamos enterrada, con las duras batallas libradas por Lincoln, y otros padres fundadores, para devolverles los derechos civiles a quienes vivían como esclavos, es una perversidad.
Tan execrable, como la violencia de ese oficial, capaz de dejar morir a quien le suplica por vivir. La convivencia en una sociedad sólo es posible si se respetan los derechos ciudadanos, pero que también se cumpla con la ley y el orden establecido.
No es verdad, que la acción indolente de un oficial enmarca a los policías como matones o criminales, como atinadamente dijo el representante del sindicato de policías de NY, es un caso particular, por el que no a todos se les puede juzgar.
Esto haría más mal que bien a la sociedad, porque ya he sabido del disgusto que existe entre esos agentes, algunos están renunciando, y otros ya no quieren atender llamados de auxilio a la población, lo que dejaría al ciudadano desamparado.
Nadie niega, la policía merece ser reformada, y llevarle a cambiar algunas técnicas de las que puedan poner en peligro al detenido. Pero nadie debe colocarse por encima de quienes tienen la autoridad como auxiliar de la justicia resistiendo el arresto.
Las protestas no se han detenido desde lo sucedido con Floyd, y el mundo se solidarizó con esa causa, pero lo injustificable es la violencia desatada en su nombre demandando justicia, en una nación donde las leyes se aplican a todos por igual.
Reitero, esa brutalidad policial no es contra ninguna raza en particular, por eso, ese hecho no puede ser motivo para levantar la bandera de la “discriminación racial”, un tema tan sensible, que siempre ha generado consecuencias nefastas.
En las redes sociales, circulan videos mostrando a ciudadanos de la raza negra agrediendo físicamente a mujeres y hombres blancos, mentira o verdad esto, esa campaña deben detenerla, una lucha peligrosa, que promueve odio entre las razas.
Twitter, @alexalma09