Mi Ventana Óptica Por Alejandro Almánzar En decisiones de orden judicial, no me gusta opinar de ...
Mi Ventana Óptica
Por Alejandro Almánzar
En decisiones de orden judicial, no me gusta opinar de lo que se debió hacer o no, porque para entrar en ese debate, debemos conocer de tecnicismos legales, para no sumarnos a “todologos”, que opinan sin conocimiento de causa.
Pero ojala, quienes tienen el destino de La República Dominicana en sus manos, piensen un poco en el rumbo equivocado en que conducen a una nación de “ignorantes”, pero con suficiente capacidad para discernir entre el bien y el mal.
Porque mientras el país vea cómo las leyes son acomodadas para beneficiar a quienes ofenden a la sociedad, el ciudadano perderá aún más la fe en un sistema que cada día representa menos los intereses de los buenos ciudadanos.
Quienes protegiendo a Marlín, hicieron evacuar esa Sentencia, terminarán en el zafacón de la historia juntos a ella, señalada por el soberano como la mayor culpable de la muerte de nuestra Emely, y difícilmente puedan convertirla en inocente.
La justicia sigue dando muestra de sólo ser ciega para quienes por "hambre se roban un pollo". Ese veredicto no me sorprendió, pues tres días antes, le dije a una amiga, había manos poderosas obrando para que ella no recibiera la condenada merecida.
Llegué a esa infeliz conclusión, al oír que las autoridades militarizarían a San Francisco " previniendo protestas". ¿Por qué asumían habría protestas, si no era porque sabían estaban acomodándole la sentencia a una mercenaria del sistema político?
No había que seguirles los pasos a los “profetas” para comprender que ya había una sentencia pre-fabricada a su favor. El asesino confeso, recibió la condena esperada, pero recordemos, que aquí nadie cumple la pena impuesta.
Máxime, cuando se trata de gente poderosa, como los involucrados en tan horrendo y bochornoso hecho. Nadie se sorprenda, si en poco tiempo este criminal anda en las calles, asesinando humildes muchachas como la hija de Adalgisa y Genaro.
Dos hijos de nadie, que sus nombres han salido en los Diarios, gracias al martirio que esos desalmados les hicieron vivir. Pero O. J. Simpson, como Marlín, fue declarado inocente, y recibió la mayor condena del pueblo estadounidense.
Por lo que a doña Adalgisa, don Genaro, y al pueblo que los acompaña en su tragedia, sólo les queda continuar su calvario en esos tribunales, para tratar de revertir esa atrocidad judicial, que sienta el más grosero precedente de impunidad.
¿Esta señora sólo tuvo como participación el ocultamiento del cadáver? Las pruebas del Ministerio Público mostraban otra cosa, que no dejan dudas de que ella fue la mayor culpable de ese vil asesinato contra una adolescente embarazada.
El país no debe ver en esos jueces a culpables, pues si alguna culpa tienen, es la de servirles a un sistema nauseabundo, donde el que no quiere tomar el camino que hemos tomado otros, “el exilio", tiene que convivir con la inmundicia.
Ellos tampoco escogerían formar parte de esa asqueante realidad, pero la lucha por la sobrevivencia vence todo, incluyendo el escrúpulo de los débiles de espíritu. Tampoco creo, en la justicia mediática que intentan imponer anarquistas de la información.
Pero si seguimos indiferentes frente a quienes para sus provechos modifican la Constitución cada vez se les antoje, jamás tendremos un sistema judicial confiable, y seguiremos recibiendo sentencias pre-fabricadas a favor de criminales.
Twitter, @alexalma09