Lic. Félix Peguero CDP Peravia. - La provincia Peravia pagó con creces el desatino de vivir en el desórden, sin brújul...
Lic. Félix Peguero
CDP Peravia. -
La provincia Peravia pagó con creces el desatino de vivir en el desórden, sin brújula, atada a la suerte, a merced de políticos marcados con la tinta del individualismo que empuja hacia el barranco de la politiquería. Así vimos pasar gobiernos, y pasar oportunidades sin merecer siquiera una pizca de los millones que carga el presupuesto.
Y hasta llegamos a pensar en la mala suerte, ante la desesperanza de una población constreñida, carente de liderazgo social, con políticos enfrentados al libre juego del clientelismo que promueve como bueno al que "tiende la mano" para dar al pueblo lo que es del pueblo.
Es decir, crear una casta de ciudadanos desprovistos de la capacidad de razonamiento, sin espíritu crítico para entender el por qué de sus precariedades. Así, demagogia, politiquería y clientelismo, se conjugan para profundizar la miseria, proyectando a malos políticos como buenos ciudadanos que llegan a los barrios a ofrecer y prometer, dejando caer pequeñas migajas de lo que han acumulado.
Ahora que las autoridades y entidades progresistas de la provincia se unieron para conformar y dejar juramentado el Consejo de Desarrollo Provincial, con el empuje sostenido del Grupo de Comunicaciones Ortíz Ruíz, que por casi cuatro años pregonó a los cuatro vientos la necesidad de organizar -de forma institucional- la provincia Peravia, es evidente que estamos en la antesala de caminar por las sendas del desarrollo, sin buscar protagonismos politiqueros ni intereses particulares.
Ahora que tenemos el Consejo, que están organizados los municipios y vemos coronado el éxito de la unidad, sólo falta trabajar en las prioridades que debemos colocar en la agenda para que en el año 2018 entremos por la puerta grande al presupuesto nacional, para que jamás podamos ser excluidos de las realizaciones de obras que ejecuta el gobierno.
Cuando hablamos de priorizar nos referimos a consensuar sobre lo conveniente, sin apasionamientos desbordados, entendiendo las posibilidades y limitaciones, asumiendo a la provincia como un todo, para relanzarla con la fuerza vigorosa del desprendimiento hacia la conquista de obras que por décadas venimos esperando.
En esa vertiente, cabe destacar como fundamental que el próximo año se perfila como la prueba para afianzar la necesidad del Consejo de Desarrollo Provincial.