Por JOSE FLANDEZ El triunfo de Bolsonaro en las elecciones de segunda vuelta de este domingo, constituirá un plebiscito que desmie...
Por JOSE FLANDEZ
El triunfo de Bolsonaro en las elecciones de segunda vuelta de este domingo, constituirá un plebiscito que desmiente la falsa teoría del golpe contra Dilma, y en repudio al cleptócrata marxista fundador del Foro de Sao Paulo, Inacio Lula Da Silva, a su partido, el PT, al comunismo y a toda la izquierda en general, a la que la mayoría de brasileños detesta al máximo, por considerarla responsable de la vasta corrupción, la crisis económica, política y social que hoy agobia en la nación.
Lula, convicto por los delitos de robo al Estado en la modalidad de soborno y lavado de activos, protagonizó el mayor escándalo de corrupción de toda la historia de Brasil, con características transnacionales, que salpicó la moral de muchas personas de varias naciones; incluyendo a políticos, empresarios, congresistas, vicepresidentes, y a varios presidentes y ex presidentes.
Los petistas, a pesar de sus mentiras y comprobada corrupción institucionalizada, con lo que convirtieron a Brasil en una mega cleptocracia, son capaces de promover la falacia de que Lula es un preso político, que fue apresado para que no participara en las elecciones; falacia que solo creen los idiotas y fanáticos que fueron engañados, quizás en su buena fe, por las poses falsas de benefactor del presidiario.
El triunfo del polémico y deslenguado Bolsonaro, será también una derrota para cierta prensa dominada por la izquierda en todo el globo, que promueve a Lula como el mejor presidente de la historia de la humanidad, el que supuestamente sacó de la pobreza a millones de personas, las que irónicamente ahora votan en su contra… ¡que paradoja! Eso demuestra que tal propaganda era solo eso, propaganda.
Gracias al Lava Jato se pudo evidenciar toda la podredumbre detrás del falso mesianismo del convicto, Lula, y las supuestas hazañas milagrosas que promovieron y promueven constantemente, la prensa apañadora de la izquierda y sus desgobiernos, junto con toda la hueste que vive repitiendo y dando como ciertas todas las falsedades de los comunistas.
De lo que parecen no darse cuenta los zurdos es que el rechazo al PT es tan grande que hace que los votantes no tomen en cuenta lo negativo que pueda ser Bolsonaro, a quien votarán con tal de que no gane Fernando Haddad, el candidato señalado por el repudiado Lula Da Silva, y que de seguro será derrotado, según lo señalan todas las encuestas.
Este domingo millones de brasileños tuvieron la última palabra, para confirmar los pronósticos de los encuestadores… Ellos elegieron al que consideraron la mejor opción en esta delicada coyuntura histórica.