Mi Ventana Óptica Por Alejandro Almánzar Como nada dura para siempre, y hasta la belleza cansa, al decir de ...
Mi Ventana Óptica
Por Alejandro Almánzar
Como nada dura para siempre, y hasta la belleza cansa, al decir de José José, Los Estados Unidos, se cansó de la inmigración de pobres espirituales, que llegan aquí, con el propósito de vivir bien, sin hacer sacrificio alguno.
Aquellos, que aún dándoles la oportunidad de superación, la desprecian, para ser “ayudados” siempre como inválidos. Las naciones requieren de manos de obras productivas para su crecimiento, no mentes atrasadas, aferradas a la mendicidad.
Por eso, los estadounidenses están pensando seriamente, en una inmigración de calidad, de gente, que a pesar de carecer de recursos, sólo persigan una oportunidad para abandonar dicha condición a través de lo académico.
Esos efectos pudieran estarse reflejando ya en la calidad de servicios como Transporte y Viviendas, donde se observa mucha precariedad. Un espejo en el que debería verse La República Dominicana, que en nombre de la solidaridad, ningún Estado, puede llenarse de “pobres”, que sólo persiguen alimentar la “pobreza”.
Porque el que vive pobre de dinero y cosas materiales, por mucho que consiga, pobre siempre será, pues es una condición que carga consigo. Diferente es, aquel que su situación le impide desarrollarse, y busca un país desarrollado para lograrlo.
Aunque dentro de ese ejército de inmigrantes que ha colmado la capacidad de receptividad de Estados en la Unión ha llegado gente con esa visión, pero desgraciadamente, la mayoría se ha conformado con tenerlo todo “gratis”.
Viviendo de los altos impuestos que paga el ciudadano, que día a día se levanta primero que el Sol a producir, para aportarle a la nación. Por eso, barajan la idea de despojar de la Residencia o Ciudadanía a quienes hayan venido a coger ayudas sin necesitarla, y sin calificar para esos servicios sociales.
Muchos creen que es un asunto personal del presidente Trump y su gobierno, perdiendo de vista la realidad, que se trata de una determinación de la sociedad norteamericana, cansada de ver, cómo grupos vienen a explotarle su sistema de saludad, educación y viviendas olímpicamente.
Doña Hillary Clinton, hizo aprobar un proyecto de apoyo a madres solteras, que se convirtió en una de las mejores ofertas al parasitismo social, pues el propósito era que estas salieran de la pobreza y exclusión capacitándose, pero de poco o nada sirvió.
La mayoría se quedó cogiendo “ayudas” y no se preparó, y es el pobre que ninguna nación necesita, porque a ellos, lo tendrán siempre como cruz a cuestas. Aquí llegó gente joven, que se acomodó a eso, y no sabe lo que es una Factoría, o levantarse a las cinco de la mañana bajo nieve, lluvia o el candente Sol de Verano a trabajar.
Son los que cada Mes, esperan la llegada de los Cupones, para alimentarse del sudor ajeno, esto suena duro, lo sé, pero no tiene otro nombre. No tienen preocupación de renta cara, porque para ellos es “FREE”, y bajo esa modalidad sólo se acumula pobreza.
Nadie discute que envegecientes y discapacitados físicos necesiten esas ayudas, pero jóvenes en salud, viviendo del sacrificio de los ciudadanos es reprochable. Elementos, que ni el rol de padres cumplen, pues la mayoría de hijos criados bajo ese sistema no estudia, y muchos terminan en pandillas y gangas.
Los países no son desarrollados, ni atrasados, esa condición la arrastra su población.