Mi Ventana Óptica Por Alejandro Almánzar Cuando los pueblos nacen viciados, su futuro no puede ser menos caótico, es el caso de La Re...
Mi Ventana Óptica
Por Alejandro Almánzar
Por Alejandro Almánzar
Cuando los pueblos nacen viciados, su futuro no puede ser menos caótico, es el caso de La República Dominicana. Y parafraseando a Fidel, “cada país tiene el gobierno que se merece”, pero también, los políticos, empresarios y religiosos que nos merecemos.
Debe cuestionarse seriamente una sociedad, que paga tan alto precio para mantener un sistema legislativo, que a nombre de la Democracia, sólo sirve a intereses de particulares y grupales, ante un ciudadano indiferente y cómplice.
No sé, qué espera el país para demandar el cierre de un Congreso, donde sólo aprueban leyes para conveniencias de quienes tienen o buscan el poder. Tampoco sé, hasta cuándo la gente irá cada cuatro años a votar por alguien que nunca se ha comprometido a defender sus intereses.
Ahora, la Cámara de Diputados luce muy diligente para conocer una “Ley de Partidos”, y complacer la sed de grupos que se disputan candidaturas y el control de las organizaciones, mientras en Hospitales del Sur mueren recién nacidos a diario, como el dolor ajeno, que no quita sueño.
Esto último no tiene importancia ponerlo en una agenda legislativa, con la premura que sí, ponen una Ley para satisfacer ambiciones de políticos. Desde que se instauró la “Democracia” con la muerte de Trujillo, ningún proyecto en beneficio de la sociedad ha sido aprobado, pero sí, leyes para hacerles trajes a las medidas de los que consideran al país una parcela sin herederos.
El votante, tampoco tiene la capacidad de cuando estos sujetos van a buscar su voto, decirles, “muéstreme los proyectos que hizo aprobar en beneficio de nosotros, para apoyarlo, si no, despedirlos con el váyase en paz, como les dicen a los “muertos”.
Por ejemplo, el Código Civil, que en materia de justicia nos beneficiaría, tiene años perimiendo o durmiendo el sueño eterno en gavetas, contrario a lo diligentes que se muestran senadores y diputados para aprobarles leyes convenientes a sus líderes.
Para abortarlo, le incluyeron el tema del Aborto, porque sabían que la Iglesia se opondría a cualquier iniciativa que le reste control sobre los incautos. A la “Ley de Partidos”, le metieron Las Primarias, intentando imponerles reglas autoritarias a los dirigentes para escoger sus candidatos, condenando a los Partidos a la desaparición.
El Código Civil, tiene años cogiendo pelas, de una Cámara a otra, mientras la criminalidad y la delincuencia se comen a la población, pero no lo aprueban, porque la Iglesia no va a dar su brazo a torcer en eso del aborto, y ellos lo sabían.
La Ley de Partidos Políticos no tendrá mejor suerte, pues introduciendo el ingrediente de Primarias abiertas o cerradas, busca que esta no sea aprobada, si no es que aparece una negociación por el medio, de la que cada uno saque su partida.
Aunque al país le da lo mismo dicha Ley, porque si los políticos irrespetan la Constitución, y pactos firmados, menos respetarán eso, sabemos que esta sólo beneficiará a Danilo, Leonel, Hipólito y a Abinader, para quienes senadores y diputados van al Congreso a legislar.
Nombrando a un hombre de Hipólito, ya el presidente Medina comenzó a amarrar su “chivita” en el Hemiciclo, para tratar de pasar el proyecto que le permita continuar en el poder mientras respire, aunque sea violando la Constitución nueva vez.
Twitter, @alexalma09