Por Jesus Ramon Baez Coste jesusbaezcoste57@gmail.com Por mas de dos meses de estadía por mi pueblo en asuntos personales, me ha perm...
Por Jesus Ramon Baez Coste jesusbaezcoste57@gmail.com
Por mas de dos meses de estadía por mi pueblo en asuntos personales, me ha permitido documentarme de varios tópicos de interés nacional, internacional pero muy especial en los aspectos de mi pequeña patria de Bani, la cual visualizamos en termino de desarrollo en todo el sentido que abarca esta palabra, no así a su crecimiento sostenido, el cual ha ido de una manera muy desproporcional, desorganizado, arrabalizado por demás, fuera de lo que dicta el orden y las normas de una población.
Cuando hablamos del nuevo rumbo nos referimos precisamente al orden social de las nuevas familias que habitan en Bani, con apellidos pocos conocidos, con nuevas culturas, con nuevas tradiciones importadas de los lugares de los que provienen.
Muy raro se puede apreciar en un lugar público, en la celebración de una actividad tu encontrar una cantidad considerable de familias originarias que conformaron y establecieron desde su fundación de Bani. No conoces a casi nadie.
En estos dos meses, hemos visto como un pueblo, alegre trabajador, hospitalario, limpio como era su carta de presentación ante el mundo, hoy día no se puede hablar a boca llena de esos temas, porque existe una sociedad muy polifacética, diversificada, muy leja de la que heredamos de nuestros antepasados, con una cultura diferente, con los cambios a que son sometidos los pueblos producto de su crecimiento, la aplicación de tecnología, una tecnología de punta de avanzada, pero en manos de aborígenes, que no la emplean como debería ser.
Todo esto sucede ante los ojos de los pocos banilejos netos, que mantienen una pasividad increíble, no son capaces de tocar a ningunas de las autoridades de turno, por temor a represalias, a bellaquerías de los pequeños caciques que dirigen la cosa pública.
Que sirva este trabajo como una forma de manifestar mi repudio a cada uno de lo que tienen que ver con la administración de mi pueblo, que conste en el acta.
He soportado en estos días por aquí, el peso de la desigualdad, la soledad, la indiferencia, de una sociedad de notables que aún permanecen viviendo en el solar, pero sumergidos en un anonimato forzado por las presiones sobre algunos, otros por no querer tirarse vainas, y los que menos disfrutan de las pequeñas dadivas, los que los invalida de poder efectuar algún tipo de protesta, reclamos.
Son muchas las personas que se nos han acercado en los últimos días, y nos han manifestado que les encanta el estilo y la forma de escribir y narrar situaciones que se presentan en el municipio, y otros llegan más lejos que me han manifestado, que represento una reserva de moral y ética, llegando al extremo de querer insinuar mis dotes y condiciones de ser un gran alcalde, cosa que nunca me ha pasado por mi mente, no por no querer, sino porque las condiciones sociales, desconozco la conformación de los barrios y sus gentes, no tengo una estructura de partido alguno que nos apoye, pero mucho menos el económico que tendría que disponer de unos recursos que no tengo y aun teniéndolo no me permitirían mis familiares embarcarme en una solemne locura de esta naturaleza.
Permítame informar, que he tenido la oportunidad de ver el panorama que se presenta antes los ojos indiferentes de una población, que se mantiene durmiendo un sueno eterno, observando como llevan los destinos de este pequeño pueblo a un despenadero, sin que nadie diga nada al respeto.
Un pueblo que todavía en los principios del ano 2000 mantenía algunas de las herramientas y herencias de los que si lucharon por llevar a Bani hasta ahí. Pero el desborde de avaricias, codicias, egoísmos, falsos liderazgos, deseos de poder, caciques que les han cambiado los nombres por los de faraones, reyes, incluso algunos se creen dueños y herederos queriendo perpetuarse en las mieles del poder.
Como es posible que esta sociedad que habita en Bani, no sea capaz de conformar un movimiento de opinión, que vigile, qué le dé seguimiento que exija explicación sobre hechos bochornosos que han empañado las buenas costumbres y sobre todo el destino de las propiedades que corresponden a la municipalidad, y que un grupo de sicarios de la administración de la cosa pública, han subastado y vendido para el provecho personal, sin tomar en consideración a los munícipes.
Podemos citar como un grupo de regidores no todos, no podemos generalizar porque hay un Dios que todo lo ve, han establecido en el ayuntamiento una inmobiliaria ofertando todos proventos a precios de vaca muerta para el público, pero apropiándose de unos dineros extra por lo bajo, dineros que no les pertenecen, lo que es un vulgar robo.
Pero estos concejales son los notables, los buenos de la película, sin que los sectores que deberían empoderarse y reclamar y someterlos a la justicia no lo hacen.
Otro de los escándalos, el de mayor incidencia, por su cierre y dejar sin trabajos a miles de empleados, fue la venta de la zona franca industrial de esta provincia, adjudicada, y ejecutada por una institución bancaria estatal, por el incumplimiento y mal uso de los prestamos en que se embarcó y lo mas gracioso que nunca se supo el destino final de estos recursos, bueno el destino final todos los saben incluso las autoridades que actuaron en complicidad para que esto sucediera, para quedarse con parte de estas propiedades.
Me avergüenza saber que familias honorables, con apellidos sonoros, de abolengo, con pedigrí, personas que, desde niño, las teníamos en un pedestal de moralidad, que eran considerados iconos ante el mundo, por su seriedad, prestigio, hoy día esos mismos personajes se hayan convertido en ratas inmundas, ladrones, mentirosos, sicarios en el desorden administrativos, confabuladores y todos los demás epítetos negativos que persona malsana pudiese recibir se lo agregamos.
Hoy día nadie quiere tocar ese tema por temor, por complicidad por no echarse una vaina, ahí es que viene nuestra preocupación por destino final de esta sociedad banileja.
No quiero finalizar sin dar un toque sobre el caos en el tránsito, caos en la cantidad de vehículos estacionado funcionando como base de taxis, sin ninguna regulación y utilizan las calles como sanitarios, las cantidades de vendedores y cientos de muchachos colocando cartones en los vidrios de los vehículos y en el menor descuido te abren el vehículo.
La cantidad de talleres, tiendas, fruteros, vendedores fijos en las aceras que unido a un foco de contaminación permanente como los contenedores te obligan a tirarte a la acera lo que te convierte en un blanco fácil de los únicos motores de una rueda que circulan en el mundo están republica dominicana.
Para concluir ni hablar de la gran cantidad de extranjeros, que circulan en estos predios, chinos los de Bonao se mudaron para acá existe una gran colonia china, que a diferencia de otras esta son trabajadoras, dueños de muchos negocios de pica pollos, tiendas de ropas, salones de bellezas, supermercado etc.
Hay muchos venezolanos, pero sobre todo del sexo femenino, algunos colombianos, muchos mexicanos que están laborando en punta catalina, pero lo de mayor presencia son los haitianos, que están en todas partes, construcción, en el labores agrícolas, vendedores de helados, dulces, muchos en los barrios con frituras y otros pidiendo en las esquinas, motoristas etc., en honor a la verdad no puedo dejar de poner un punto de xenofobia a todos estos grupos, pero muy especial a los haitianos porque esto fue lo que nos enseñaron en nuestras escuelas nuestros profesores, ojo no estamos hablando de racismo es muy diferente, es un tema mas amplio y que soporta una gran discusión, este no es nuestro caso, el objetivo final es el destino final al que están llevando a nuestro pueblo, cual será el destino final de nuestra sociedad, y nos resta preguntar dónde están los que enarbolaron las banderas de ¡¡YO SOY BANI, AMO A MI PUEBLO, YO AMO A BANI11, DONDE SE HA QUEDADO?
ESE ORGULLO DE SER BANILEJO DE SER SIEMBRA HIELO SAQUEMOS LAS LAS BANDERAS, TODAVIA NOS QUEDA TIEMPO PARA EJECUTAR Y RESCATAR A NUESTRO PUEBLO DE BANI.
